Italia
Contexto sobre Italia
Italia (en italiano: Italia, pronunciado /i'talja/ ( escuchar)), oficialmente la República Italiana (en italiano: Repubblica Italiana pronunciado /re'pub:lika ita'ljana/), es un país soberano transcontinental, miembro y fundador de la Unión Europea, constituido en una república parlamentaria compuesta por veinte regiones, integradas estas, a su vez, por ciento once provincias.[9]
Italia se ubica en el centro del mar Mediterráneo, en Europa meridional. Ocupa la península itálica así como la llanura Padana, las islas de Sicilia y Cerdeña y alrededor de ochocientas islas menores, entre las que se destacan las islas Tremiti en el mar Adriático, los archipiélagos Campano y Toscano e...Leer más
Italia (en italiano: Italia, pronunciado /i'talja/ ( escuchar)), oficialmente la República Italiana (en italiano: Repubblica Italiana pronunciado /re'pub:lika ita'ljana/), es un país soberano transcontinental, miembro y fundador de la Unión Europea, constituido en una república parlamentaria compuesta por veinte regiones, integradas estas, a su vez, por ciento once provincias.[9]
Italia se ubica en el centro del mar Mediterráneo, en Europa meridional. Ocupa la península itálica así como la llanura Padana, las islas de Sicilia y Cerdeña y alrededor de ochocientas islas menores, entre las que se destacan las islas Tremiti en el mar Adriático, los archipiélagos Campano y Toscano en el mar Tirreno, o las islas Pelagias en África septentrional, entre otras. En el norte está rodeada por los Alpes y tiene frontera con Francia, Suiza, Austria y Eslovenia. Los micro-Estados de San Marino y Ciudad del Vaticano son enclaves dentro del territorio italiano; a su vez, Campione d'Italia, es un municipio que forma un pequeño exclave italiano en territorio suizo.[10]
Debido a su localización central en el Mar Mediterráneo, Italia recibió, durante la Antigüedad,[11][12] diversas influencias de civilizaciones mediterráneas exteriores, como la de los fenicios y cartagineses en sus islas mayores[13][14] y de los antiguos griegos en la llamada Magna Grecia,[15][16] así como también fue el hogar de muchas culturas propias distintas, como la civilización nurágica, los etruscos y los latinos, siendo estos últimos quienes dieron vida a la civilización romana,[17][18] y asistió al nacimiento de la República y del posterior Imperio romano.[19][20] Tras la caída del Imperio romano de Occidente, bizantinos, lombardos y musulmanes se disputaron el control sobre el territorio itálico,[21][22] quebrando así su anterior unidad política.[23][24] A partir de la Plena Edad Media, Italia fue la cuna de repúblicas marítimas como Venecia, Génova, Pisa y Amalfi, de los Estados Pontificios y también del humanismo, del Renacimiento y del movimiento barroco, entre otros Estados y movimientos culturales.[25][26] En el curso del siglo XIX, mediante el proceso histórico conocido como Risorgimento, los varios territorios italianos lograron unificarse bajo un mismo Estado: el Reino de Italia.[27][28]
La capital de Italia, Roma, ha sido durante siglos el centro político y cultural de la civilización occidental. Además, es la ciudad santa para la Iglesia católica, siendo el papa el obispo de Roma y encontrándose dentro de la ciudad el micro-Estado del Vaticano. El significado cultural del país se refleja en todos sus Patrimonios de la Humanidad, ya que tiene 58,[29] el país con mayor número del mundo.[30]
Es el tercer país de Europa que más turistas recibe por año,[31] siendo Roma la tercera ciudad más visitada del continente.[32] Otras ciudades importantes son: Milán, centro de finanzas y de industria, y, según el Global Language Monitor, la capital de la Moda;[33] Nápoles, importante puerto en el Mediterráneo, capital histórica y ciudad más poblada del Mezzogiorno;[34] Turín, centro de industria automovilística y de diseño industrial. Italia es una república democrática, forma parte del G7 o grupo de las siete más grandes naciones avanzadas del mundo y es un país desarrollado con una calidad de vida muy alta,[35] encontrándose en 2005 entre las siete primeras del mundo.[36]
Es el país número 28 (informe 2017) en materia de alto índice de desarrollo humano.[37] Es una potencia regional y mundial,[38][39][40][41] miembro fundador de la Unión Europea, firmante del Tratado de Roma en 1957. También es miembro fundador de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y miembro del OTAN Quint, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, de la Organización Mundial del Comercio, del Consejo de Europa, del G-4, del G-12 y del G20. El país, y especialmente su capital, tiene una fuerte repercusión en temas de política y cultura, en organizaciones mundiales como la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO),[42] el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (IFAD), el Glocal Forum[43] o el Programa Mundial de Alimentos (WFP).
Mas sobre Italia
- Divisa Euro
- Nombre nativo Italia
- código de llamada +39
- dominio de Internet .it
- Mains voltage 230V/50Hz
- Democracy index 7.74
- Población 58850717
- Área 302068
- Lado de conducción right
- Primeras culturas y Edad del Hierro
Entre el siglo XVII a. C. y el siglo II a. C. existió en Cerdeña la cultura nurágica....Leer más
Primeras culturas y Edad del HierroLeer menosEntre el siglo XVII a. C. y el siglo II a. C. existió en Cerdeña la cultura nurágica. Durante la Edad del Hierro se sucedieron varias culturas que pueden ser diferenciadas en cuatro grandes núcleos geográficos principales: los oscos, asentados a lo largo de toda la cordillera de los Apeninos (y pertenecientes al macro-grupo de los pueblos itálicos conocido como osco-umbros), los latinos del Latium Vetus (pueblo itálico del grupo latino-falisco), los italiotas de la Magna Grecia y el pueblo preindoeuropeo de los etruscos, en Etruria.[1] Otra cultura, diferenciada de las ya mencionadas, la de los ligures, constituía un enigmático pueblo preindoeuropeo que habitaba en el noroeste de Italia.[2]
Los etruscos fueron un pueblo de lengua preindoeuropea cuyo núcleo histórico fue la Toscana, a la cual dieron su nombre: eran llamados Τυρσηνοί (tyrsenoi) o Τυρρηνοί (tyrrhenoi) por los griegos, y tuscii o luego etruscii por los romanos; ellos se denominaban a sí mismos rasena o rašna. Por mucho tiempo los orígenes de los etruscos se creían desconocidos, sin embargo, las modernas investigaciones sobre el origen de los etruscos, llevadas a cabo por un grupo de genetistas y coordinadas por Guido Barbujani, miembro del departamento de Biología y Evolución de la Universidad de Ferrara, llegaron a la conclusión de que, genéticamente, el origen de los etruscos es autóctono de la península itálica,[3] y que consistiría en una evolución de la anterior civilización villanoviana.[4]
Desde la Toscana se extendieron por el sur, hacia el Lacio y la parte septentrional de Campania, en donde chocaron con las polis italiotas de la Magna Grecia (sur de Italia); mientras hacia el norte de la península itálica ocuparon la zona alrededor del valle del río Po, hasta el sur de la actual región de Lombardía. Llegaron a ser una gran potencia naval en el Mediterráneo occidental, lo cual les permitió establecer factorías en Cerdeña y Córcega. Sin embargo, hacia el siglo V a. C. comenzó a deteriorarse fuertemente su poderío, en gran medida al tener que afrontar, casi al mismo tiempo, las invasiones de los celtas, desde el norte, y la competencia de los cartagineses para los comercios marítimos, desde el sur. A partir del siglo IV a. C., Etruria (nombre del territorio de los etruscos), fue gradualmente conquistada y absorbida por la República romana y, los etruscos, al igual de los demás itálicos, federados por los romanos, volviéndose así parte integrante de la Italia romana.[5][6]
Antigua RomaComo Antigua Roma se designa a una sociedad agrícola surgida a mediados del siglo VIII a. C. en el Latium Vetus (actual Lacio), que se expandió desde la ciudad de Roma a toda la península itálica, unificándola bajo el nombre de Italia, y que creció durante siglos hasta convertirse en un imperio que, en su época de apogeo, llegó a abarcar desde la península ibérica a Anatolia y desde las islas británicas hasta Egipto, provocando un importante florecimiento cultural en cada lugar en el que gobernó. En un principio, tras su fundación (según la tradición en 753 a. C.), Roma fue una monarquía etrusca, más tarde (509 a. C.) se convirtió en República romana latina y, en 27 a. C., se convirtió en un imperio.
Al período de mayor esplendor se le conoce como Paz romana, debido al relativo estado de armonía que prevaleció en las provincias[7] (los territorios conquistados por los romanos fuera de Italia, la cual no era una provincia, sino el territorio metropolitano de la misma Roma y centro absoluto del Imperio romano),[8] que estaban bajo el dominio romano de Julio César y luego del emperador Augusto, que cerró las puertas del templo de Jano (que permanecían abiertas en periodos de guerra) cuando creyó haber vencido a cántabros y astures, entre otros pueblos, en el año 24 a. C.. Se suele aceptar como fecha de inicio de la Paz romana (o Pax Augustea) el 29 a. C., cuando Augusto declara el fin de las guerras civiles, y su duración hasta la muerte de Marco Aurelio (año 180).
Con el emperador Diocleciano se reorganizó el imperio, pero tras Constantino I no volvió a estar unificado puesto que Teodosio I lo dividió entre sus dos hijos, Arcadio y Flavio Honorio, adjudicándoles a uno el Imperio romano de Oriente —con sede en Constantinopla— y al otro el Imperio romano de Occidente. Las invasiones bárbaras pondrán fin al Imperio occidental en 476, dando paso a la Edad Media.[9] Italia en este periodo quedó como Regnum Italiae (Reino ostrogodo de Italia), bajo los ostrogodos.
Edad Media (siglos V al XIII)Los ostrogodos eran un grupo de godos que habían sido sojuzgados por los hunos, pero tras su liberación de estos, Teodorico el Grande, con la bendición del emperador romano de Oriente, condujo a su pueblo a Roma en 488.[10] En la península itálica gobernaba el hérulo Odoacro, tras deponer al último emperador romano de Occidente, Rómulo Augústulo, en 476, pero tras una campaña en el norte de la península, Teodorico tomó la capital, Rávena, matando a Odoacro en 493. En 526 la muerte de Teodorico acabó con la paz, heredando Italia su nieto, Atalarico, que murió sin hijos, lo que produjo una crisis que llevó al reino a la desaparición.[10]
Bajo Justiniano I, el Imperio romano de Oriente, inició una serie de campañas con el objetivo de reconstruir la unidad mediterránea. La debilidad del reino ostrogodo, y los deseos del Imperio de recobrar Roma, convirtieron a Italia en un objetivo. En 535 el general Belisario invadió Sicilia y marchó a través de la península, tomando Nápoles y llegando a Roma en 536. Prosiguió hacia el norte y tomó Mediolanum (Milán) y Rávena en 540, y para el 561 había pacificado la zona.[11]
Entre los diferentes pueblos germánicos que habían abandonado su antigua morada para vivir en mejores tierras, se contaban los lombardos, a los que Justiniano I había dejado asentarse en Panonia, a condición de que defendieran la frontera,[12] y que posteriormente se dirigieron hacia Italia. La invasión de los lombardos redujo la presencia bizantina al reino de la grupa del Exarcado de Rávena y marcó el fin de la unidad política de la península durante los siguientes 1300 años. Por lo tanto, la península se dividió de la siguiente manera: el norte de Italia y Toscana formaron el reino lombardo, con capital en Pavía, mientras que en el centro-sur de Italia los lombardos controlaron los ducados de Spoleto y Benevento. El resto de la península permaneció bajo los bizantinos y se dividió entre el exarcado de Italia, con sede en Rávena, el ducado de Roma, el ducado de Nápoles, el ducado de Calabria y Sicilia, esta última dependiente directamente del emperador de Constantinopla.[13] La presión de los lombardos sobre el papa hizo que el rey de los francos, Pipino el Breve, realizara, entre 756 y 758, repetidas campañas en el norte de Italia. La situación se recrudeció a la muerte de Pipino, pero la reunificación de los francos bajo Carlomagno llevó a una nueva intervención en Italia en 774. Tras una breve batalla, Carlomagno se hizo con el Reino lombardo de Italia, que, manteniendo su autonomía, se integró en el Imperio carolingio.[14]
Entre los siglos X y XIII, las repúblicas marítimas italianas gozaron de una gran prosperidad económica, gracias a su actividad comercial, en un marco de amplia autonomía política. Generalmente, la definición se refiere en especial a cuatro ciudades y sus respectivos territorios republicanos: Amalfi, Génova, Pisa y Venecia. También otras ciudades del área gozaban de independencia (gobierno autónomo con forma de república oligárquica, moneda propia, ejército, etc.), habían participado en las cruzadas, contaban con una flota naval, tenían fundagos, cónsules que vigilaban los intereses comerciales de sus respectivos Estados en los puertos mediterráneos, y pueden ser incluidas de pleno derecho entre las repúblicas marítimas italianas. Entre estas, cabría destacar Ancona, Gaeta y Noli.
Edad ModernaDurante los siglos XIV y XV, la Italia septentrional estaba compuesta por distintas ciudades-Estado, siendo el resto de la península ocupado en su mayoría por los Estados Pontificios y el Reino de Nápoles (partición peninsular del anterior Reino de Sicilia). La mayoría de las ciudades-Estado estaban subordinadas a soberanías extranjeras, como el Ducado de Milán, Estado constituyente del Sacro Imperio Romano Germánico, sin embargo la mayoría mantenían la independencia de facto de estas soberanías extranjeras, que habían gobernado buena parte de la península desde la Caída del Imperio romano de Occidente.
Las más fuertes entre estas ciudades-Estado gradualmente absorbieron los territorios que las rodeaban, dando lugar a las Signorie, Estados regionales dirigidos por familias mercantes que fundaban dinastías locales. La guerra entre estas ciudades-Estado era habitual y principalmente llevada a cabo por bandas de mercenarios dirigidos por capitanes italianos conocidos como condottieri. Décadas de enfrentamientos dejaron como potencias regionales a las repúblicas de Florencia y Venecia y al Ducado de Milán, quienes firmaron el Tratado de Lodi en 1454, que llevó a la paz en la región por primera vez en siglos. La paz duraría por los siguientes cuarenta años.
El Renacimiento europeo fue un periodo de reavivamiento de las artes y ciencias originado en Italia gracias a varios factores, como la gran riqueza acumulada por las ciudades italianas, el mecenazgo de las familias dominantes como los Medici en Florencia, y la migración de los estudiosos bizantinos debido a la conquista de Constantinopla por parte del Imperio otomano. El Renacimiento terminó a mediados del siglo XVI debido a las acontecimientos resultantes de las Guerras italianas. Las ideas e ideales del Renacimiento italiano se esparcieron por la Europa Nórdica, Francia, Inglaterra, y el resto de Europa.[15]
Durante las Guerras italianas (1494-1559), provocadas por la rivalidad entre el Reino de Francia y la Monarquía Hispánica, varios Estados italianos perdieron gradualmente su independencia política, siendo gobernados primero por los Habsburgo de España (1559-1713) y después por los Habsburgo de Austria (1713-1796). Entre 1629-1631 una fuerte plaga, consistente en una serie de brotes de peste bubónica, aniquiló el 14 % de la población. La decadencia del Imperio español en el siglo XVII se llevó consigo a los reinos de Nápoles, Sicilia, Cerdeña y al Ducado de Milán.[16] En el siglo XVIII, debido a la Guerra de sucesión española, Austria reemplazo a España como principal potencia extranjera. Durante las Guerras Napoleónicas, el norte de Italia fue reorganizado como Reino de Italia (1805-1814), un Estado títere del Primer Imperio francés, mientras que el sur fue gobernado por Joaquín Murat, cuñado de Napoleón, coronado como rey de Nápoles. En 1814 el Congreso de Viena restauró la situación del siglo XVIII, aunque los ideales de la Revolución francesa no fueron erradicados.[17]
Unificación y ReinoEl nacimiento del Reino de Italia fue gracias a los esfuerzos unidos de los nacionalistas y monárquicos leales a la casa de Saboya, para establecer un Estado unificado en la península itálica. En el contexto de las revoluciones liberales de 1848 que atravesaron Europa, se produjo una infructuosa primera guerra de independencia contra el Imperio austríaco. El Reino de Piamonte-Cerdeña atacó nuevamente a Austria en la segunda guerra de independencia italiana en 1859, con la ayuda de Francia, resultando en la liberación de Lombardía.
En 1860-61, el general Giuseppe Garibaldi llevó a cabo la Unificación en el Reino de las Dos Sicilias, haciendo que el conde de Cavour declarara un Reino de Italia unificado el 17 de marzo de 1861. En 1866, Víctor Manuel II se alió con Prusia durante la guerra austro-prusiana, en la tercera guerra de independencia italiana que permitió la anexión del Véneto. Finalmente, después de la guerra franco-prusiana de 1870, Francia abandonó sus intereses en Roma, lo cual permitió la captura de Roma y el fin de los Estados Pontificios.[18]
El Estatuto Albertino de 1848 se extendió a todo el Reino de Italia en 1871, proveyéndole de libertades básicas, aunque las leyes electorales excluían a las personas sin propiedades y los no educados. El nuevo gobierno del reino era una monarquía parlamentaria constitucional, dominada por las fuerzas liberales. El sufragio universal masculino fue adoptado en 1913. Mientras el norte se industrializaba rápidamente, el sur y las zonas rurales del norte permanecieron subdesarrolladas y sobrepobladas, forzando a millones de personas a emigrar. El Partido Socialista Italiano se fortalecía y desafiaba a los tradicionales partidos liberales y conservadores. Desde finales del siglo XIX, Italia se convirtió en una fuerza colonial, con colonias en Somalia, Eritrea, Libia y el Dodecaneso.
En junio de 1914, la Semana Roja de Ancona estuvo marcada por sangrientos enfrentamientos entre la policía y los trabajadores tras una manifestación antimilitarista. Se convocó una huelga de 50 000 obreros metalúrgicos (en la que murieron dos obreros a manos de soldados) y todo el norte de Italia fue barrido por una ola de agitación que movilizó a 100 000 soldados en su contra.[19]
Italia, aliada de los Imperios alemán y austrohúngaro en la Triple Alianza, en 1915 se unió a las fuerzas Aliadas en la Primera Guerra Mundial, con la promesa de extender su territorio, con los terrenos de Carniola Interior, el Litoral austríaco y Dalmacia. El ejército italiano quedó inicialmente estancado en una guerra de trincheras en los Alpes. En octubre de 1918, los italianos lanzaron una feroz ofensiva que culminó en victoria en la batalla de Vittorio Veneto. La victoria aseguró el final de la guerra en el frente italiano. Dos semanas después acababa el conflicto.[20]
Durante la guerra, murieron 650 000 soldados y muchos civiles,[21] llevando a la quiebra al reino. Los tratados de Saint Germain, Rapallo y Roma, concedieron la mayoría de los territorios reclamados, mas no la costa dálmata, lo que hizo que varios grupos nacionalistas definieran la victoria como mutilada. Más adelante, tras la creación del Estado Libre de Fiume por el poeta Gabriele D'Annunzio, también Fiume fue anexionada.
Dictadura fascistaLas agitaciones socialistas que siguieron a la Primera Guerra Mundial, inspiradas por la Revolución rusa, llevaron a una contrarrevolución y represión. Debido al temor de una revolución, el pequeño Partido Nacional Fascista, liderado por Benito Mussolini, se convirtió en una importante fuerza política. En octubre de 1922, las camisas negras del PNF, llevaron a cabo un intento de golpe de Estado (la Marcha sobre Roma), que fracasó en último instante, a pesar de esto el rey Víctor Manuel III rehusó declarar el estado de sitio y convirtió a Mussolini en primer ministro. En los siguientes años, Mussolini eliminó todos los partidos políticos y libertades personales, estableciéndose una dictadura fascista. Estas acciones inspiraron el surgimiento de otras dictaduras parecidas en Europa, como la Alemania nazi o la España franquista.
En 1935, Italia invadió Etiopía en la segunda guerra ítalo-etíope, llevando a la salida del país de la Sociedad de las Naciones. Italia se alió con la Alemania nazi, el Imperio del Japón, y apoyó a Francisco Franco en la guerra civil española. En 1939 la Italia fascista se anexionó Albania, ya protectorado italiano de facto durante décadas. Italia entró en la Segunda Guerra Mundial el 10 de junio de 1940. Después de haber avanzado inicialmente en la Somalia Británica y en Egipto, fue derrotada en el Norte de África, en Grecia y en el Frente Oriental.
Después del ataque sobre Yugoslavia de la Alemania nazi y la Italia fascista, la fuerte presión sobre la resistencia partisana y los intentos de italianización de los eslavos resultaron en los crímenes de guerra italianos y en la deportación de 25 000 personas a los campos de concentración.[22] Cerca de 250 000 italianos y eslavos anticomunistas abandonaron el país en el éxodo istriano.
La primera resistencia abierta se produjo en marzo de 1943, cuando una oleada de huelgas, que comenzó en Turín, se extendió, a pesar de las detenciones, por todo el norte de Italia, implicando a 100 000 trabajadores. Su causa inmediata fueron las inmensas dificultades materiales provocadas por la subida de los precios y los bombardeos. Pero varios activistas comunistas estaban al frente de la agitación y esperaban socavar el régimen fascista.[19]
La invasión aliada de Sicilia comenzó en julio de 1943, lo cual llevó al colapso del régimen el 25 de julio. El 8 de septiembre hubo el Armisticio entre Italia y las fuerzas armadas aliadas. Rápidamente los alemanes tomaron el poder sobre el centro y sur del territorio. El país se mantuvo como un campo de batalla el resto de la guerra, mientras los Aliados avanzaban lentamente fuera del sur.
Para contrarrestar el avance Aliado se creó la República Social Italiana, un Estado títere nazi, con Mussolini a su cabeza. Los paisanos organizaron un movimiento de resistencia contra el nazismo y el fascismo. Ante el avance de los ejércitos aliados y los grupos partisanos, el régimen fascista se enfrenta a un creciente movimiento de resistencia en las fábricas, con una gran huelga en Génova en enero de 1944 tras la ejecución de presos políticos, y otra huelga de 300 000 trabajadores en Milán en marzo, que se extiende al Véneto, Bolonia y Florencia. Las fuerzas alemanas respondieron con detenciones y deportaciones masivas.[19] Las hostilidades acabaron el 29 de abril de 1945, cuando la resistencia derrotó a los nazis, obligándolos a abandonar el país. Mussolini fue fusilado. Casi un millón de italianos (incluyendo civiles) murieron en la guerra y la economía nacional estaba totalmente destruida.[23][24]
RepúblicaItalia se convirtió en república después de un plebiscito realizado el 2 de junio de 1946. En esta oportunidad por primera vez las mujeres pudieron votar. Humberto II fue forzado a la abdicación y el exilio. La Constitución Republicana fue aprobada el 1.º de enero de 1948. Se perdió la mayoría de la Venecia Julia con Yugoslavia, y el Territorio libre de Trieste se dividió entre los dos Estados. Se perdieron todas las posesiones coloniales, acabando con el Imperio Italiano.[25]
El miedo al triunfo del comunismo fue crucial en la primera elección del país, en abril de 1948, la cual dio la victoria a la Democracia Cristiana, bajo el liderazgo de Alcide De Gásperi. Consecuentemente, en 1949, Italia se unió a la OTAN. El Plan Marshall ayudó a revivir a la economía nacional, la cual hasta finales de la década de 1960, vivió una época de auge, conocida como el milagro económico. En 1957 fue un miembro fundador de la Comunidad Económica Europea (CEE) que, en 1993, se convirtió en la Unión Europea (UE).
Desde finales de los años 1960 hasta los finales de los años 1980, se vivieron los años de plomo (anni di piombo), caracterizados por la crisis económica (especialmente en la crisis del petróleo de 1973), conflictos sociales y ataques terroristas por grupos de extrema oposición, debidos a la guerra fría y la intromisión de las inteligencias norteamericanas y soviéticas.[26] La época culminó con el asesinato del líder democratacristiano Aldo Moro en 1978 y la masacre de la estación de tren de Bologna en 1980, dejando 85 muertos.[27]
En los años 1980, se rompió la hegemonía de la Democracia Cristiana, con un gobierno liberal (Giovanni Spadolini en 1981) y otro socialista (Bettino Craxi en 1983), pero la Democracia Cristiana siguió siendo el principal partido. Durante el gobierno de Craxi la economía se recuperó, llegando a ser la quinta nación más industrializada del mundo, siendo parte del G7. Pero, debido a los gastos del gobierno, la deuda se disparó, llegando al 100 % del PIB.
Las elecciones de 1992 se caracterizaron por el fracaso de los grandes partidos, producto de la parálisis política, la excesiva deuda y la corrupción del sistema electoral, desvelada por la investigación Manos Limpias, requiriéndose cambios radicales. Los escándalos envolvían a la mayoría de los partidos, pero especialmente en el partido gobernante: la Democracia Cristiana, que gobernaban desde hace más de cincuenta años, sufrieron una fuerte crisis y se desintegraron entre varias facciones. Los comunistas se reorganizaron como una fuerza socialdemócrata. En 1993 se sucedieron distintas dimisiones, entre ellas las del entonces primer ministro y de Bettino Craxi. Durante los años 1990 y 2000, la coalición de centro-derecha (liderada por el magnate de los medios Silvio Berlusconi) y las coaliciones de centro-izquierda (lideradas por el profesor universitario Romano Prodi) se alternaron el gobierno del país.
En el 2008 el país fue víctima de la recesión. Hasta el 2015, sufrió 42 meses de recesión económica. La crisis económica fue uno de los principales factores que hicieron que Berlusconi renunciara en 2011. En 2012 se produce el accidente del Costa Concordia, crucero semihundido con 32 muertes. En la elección general de 2013, el secretario general del Partido Democrático, Enrico Letta, formó un nuevo gobierno a la cabeza de la Gran Coalición. En 2014, desafiado por el nuevo secretario del PD, Matteo Renzi, renunció y fue reemplazado por el mismo. Este emprendió importantes reformas constitucionales como la abolición del senado y una nueva ley electoral. El 4 de diciembre el referéndum constitucional fue rechazado, provocando la renuncia de Renzi 12 días después. El ministro de relaciones exteriores, Paolo Gentiloni, fue nombrado nuevo primer ministro.
Italia fue afectada por la crisis migratoria europea en 2015 debido a que se convirtió en el punto de entrada y principal destino para la mayoría de los buscadores de asilo en la Unión Europea. El país recibió sobre medio millón de refugiados, causando gran repudio en la población y un surgimiento hacia el apoyo de los partidos de extrema derecha y euro-escépticos, basados en el Brexit, lo que condujo al primer gobierno antisistema de la Unión Europea, en 2018.
↑ «Enciclopedia Treccani: Popoli e culture dell'Italia preromana. L'Italia e i popoli italici». ↑ Ligur: De antediluviano estuario a marismas, pasando por Lago Ligur, Los Alcores, consultado el 4 de octubre de 2013. ↑ «Le Sciezne: La vera origine degli Etruschi». ↑ «Guido Barbujani: Confermata l'origine autoctona degli Etruschi». ↑ «Encyclopædia Britannica: Etruscan civilization». ↑ «La Italia prerromana.» artehistoria.jcyl.es. Consultado el 25 de octubre de 2009. ↑ «Encyclopædia Britannica: Provinciae, Roman possessions outside Italy from which tribute was required». ↑ Error en la cita: Etiqueta <ref> no válida; no se ha definido el contenido de las referencias llamadas Sin-nombre-p1xX-2 ↑ «Adrian Goldsworthy: 'La caída de Roma es un tema que nunca pasará de moda'.» El Mundo. Consultado el 25 de octubre de 2009. ↑ a b «Ostrogodos y longobardos en Italia.» artehistoria.jcyl.es. Consultado el 25 de octubre de 2009. ↑ «ArteHistoria: Justiniano I». Archivado desde el original el 26 de marzo de 2010. Consultado el 25 de octubre de 2017. ↑ Historia de los Lombardos, arteguias.com, Consultado el 25 de octubre de 2009. ↑ «Italy - History | Britannica». www.britannica.com (en inglés). Consultado el 29 de septiembre de 2022. ↑ Siglo VIII, imperiobizantino.com, Consultado el 25 de octubre de 2009. ↑ Encyclopædia Britannica (2008). Renaissance. ↑ Thomas James Dandelet, John A. Marino (2007). Spain in Italy: Politics, Society, and Religion 1500-1700. Leiden. ↑ Bonaparte, Napoleon. «The Economy of the Empire in Italy: Instructions from Napoleon to Eugène, Viceroy of Italy». En Timothy E. Gregory, ed. Exploring the European Past: Texts & Images. ↑ Mack Smith, Denis. Modern Italy; A Political History. The University of Michigan Press. ↑ a b c https://files.libcom.org/files/A%20People%27s%20History%20of%20the%20World%20-%20Harman,%20Chris.pdf ↑ Schindler, John R,. Isonzo: The Forgotten Sacrifice of the Great Wa. Greenwood Publishing Group. ↑ Mortara, G. La Salute pubblica in Italia durante e dopo la Guerra. Yale University Press. ↑ Burgwyn, James H. General Roatta's war against the partisans in Yugoslavia: 1942. ↑ «"Italy – Britannica Online Encyclopedia"». Consultado el 21 de diciembre de 2015. ↑ Adrian Lyttelton (ed.). Liberal and fascist Italy, 1900-1945. Oxford University Press. ↑ «Italia 1946: Le donne al voto». Archivado desde el original el 20 de mayo de 2011. Consultado el 21 de diciembre de 2015. ↑ Swiss Federal Institute of Technology / International Relation and Security Network. «"Secret Warfare: Operation Gladio and NATO's Stay-Behind Armies"». Archivado desde el original el 19 de agosto de 2006. Consultado el 21 de diciembre de 2015. ↑ «"Commissione parlamentare d'inchiesta sul terrorismo in Italia e sulle cause della mancata individuazione dei responsabili delle stragi (Parliamentary investigative commission on terrorism in Italy and the failure to identify the perpetrators)"». Archivado desde el original el 19 de agosto de 2006. Consultado el 21 de diciembre de 2015.