La Columna de Trajano (en italiano: Colonna Traiana) es un monumento erigido en Roma para celebrar la conquista de Dacia (actual Rumanía) por parte del emperador Trajano, evocando todos los momentos destacados de esa expansión territorial. La celda que hay en su base tenía la función de sepulcro para los restos del emperador. Se trata de la primera columna cóclida erigida en la historia y estaba situada en el Foro de Trajano, en un pequeño patio detrás de la Basílica Ulpia, entre dos (presuntas) bibliotecas, donde una doble logia a ambos lados facilitaba su lectura.
Es posible que se pudiera tener una visión más cercana de la columna subiendo a las terrazas de la cubierta de la nave lateral de la Basílica Ulpia o a las que probablemente cubrían también los pórticos delanteros de las dos bibliotecas. También era posible una lectura «abreviada» sin necesidad de girar alrededor del fuste de la columna para seguir todo el relato, sino apreciando las escena...Leer más
La Columna de Trajano (en italiano: Colonna Traiana) es un monumento erigido en Roma para celebrar la conquista de Dacia (actual Rumanía) por parte del emperador Trajano, evocando todos los momentos destacados de esa expansión territorial. La celda que hay en su base tenía la función de sepulcro para los restos del emperador. Se trata de la primera columna cóclida erigida en la historia y estaba situada en el Foro de Trajano, en un pequeño patio detrás de la Basílica Ulpia, entre dos (presuntas) bibliotecas, donde una doble logia a ambos lados facilitaba su lectura.
Es posible que se pudiera tener una visión más cercana de la columna subiendo a las terrazas de la cubierta de la nave lateral de la Basílica Ulpia o a las que probablemente cubrían también los pórticos delanteros de las dos bibliotecas. También era posible una lectura «abreviada» sin necesidad de girar alrededor del fuste de la columna para seguir todo el relato, sino apreciando las escenas siguiendo un orden vertical, dado que su superposición en las diferentes vueltas parece seguir una lógica coherente.
Fue una novedad absoluta en el arte antiguo y se convirtió en la obra más vanguardista del relieve histórico romano. En la Columna de Trajano se asistió, por primera vez en el arte romano, a una expresión artística autónoma en cada uno de sus aspectos, aunque culturalmente es una continuación del rico pasado.
La columna fue inaugurada en el año 113[1] y consta de un largo friso espiral que rodea, desde abajo hacia arriba, todo su fuste y describe las guerras dacias (101-106), quizá basándose en los perdidos Commentarii de Trajano[A] y quizá también en la experiencia directa del artista. La inscripción de los Fasti Ostienses nos ha transmitido igualmente la fecha de su inauguración, el 12 de mayo.[1]
La columna está hueca en el interior, que alberga una escalera de caracol que conduce hasta la cima. La columna tenía como misión, tal y como testifica la inscripción, restituir la vista panorámica y recordar la altura de la colina antes de las excavaciones para la construcción del Foro[2] y albergar los restos del emperador después de su muerte. Además, el friso helicoidal recordaba todas las hazañas de Trajano, celebrándolo como comandante militar. La columna se ha mantenido siempre de pie, incluso después de que cayeran en ruinas los demás edificios del complejo de Trajano, y siempre se le ha atribuido una gran importancia: un documento del Senado medieval de 1162 establecía su propiedad pública y prohibía que se le causaran daños.
Una pequeña iglesia (San Niccolò de la Columna), que se debió construir a los pies del monumento, es recordada a partir de 1032, junto con un oratorio situado en la cima de la columna, pero data quizá del siglo viii-ix. La iglesia fue probablemente derribada con ocasión de la visita a Roma de Carlos V en 1546. También en el curso del siglo xvi se hizo espacio en torno a la columna con la demolición de algunos edificios privados, mientras que el sótano fue desenterrado parcialmente. Durante el papado de Sixto V, se colocó en la cima del fuste en 1587, por obra de Domenico Fontana, la estatua de bronce de san Pedro y se erigió una verja a su alrededor. Así se lee en el aviso del 24 de junio de 1587 contenido en el Urbinate Latino 1055 de la Biblioteca Apostólica Vaticana:
En 1787 Goethe, durante su larga estancia en Roma, relata haber subido a la Columna de Trajano y haber visto desde allí el panorama de la capital:
Durante la ocupación francesa, la Columna de Trajano estuvo a punto de ser objeto de los expolios napoleónicos. Se deben recordar las intenciones del jefe militar de Napoleón en Roma, el general François René Jean de Pommereul, el cual buscaba una manera para retirar la columna y enviarla a Francia.[3] El asistente de Pommereul, Daunon, escribía este objetivo el 15 de abril de 1798: «Mandaremos un obelisco», refiriéndose así a la Columna de Trajano. Este propósito irracional fue impedido por los elevadísimos costes de transporte y por los enormes obstáculos administrativos pontificios que ralentizaron el proceso.[4] Los franceses erigieron finalmente la Columna Vendôme en 1810 en París después de la batalla de Austerlitz a imitación de «la erigida en Roma en honor de Trajano». La zona de la base se restauró y limpió varias veces hasta las primeras excavaciones de principios del siglo xix.
↑ a b CIL XIV, 4543. ↑ Cassio Dione, LVIII, 16, 3. ↑ Steinmann, 1917, p. 36. ↑ Hoeniger, Cathleen (11 de abril de 2012). «The Art Requisitions by the French under Napoléon and the Detachment of Frescoes in Rome, with an Emphasis on Raphael». CeROArt. Conservation, exposition, Restauration d’Objets d’Art (en inglés) (HS). doi:10.4000/ceroart.2367. Consultado el 12 de octubre de 2021.
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