Ronda

Ronda es un municipio y ciudad española perteneciente a Andalucía, situada en el noroeste de la provincia de Málaga. Es la cabeza del partido judicial homónimo y la capital de la comarca de la Serranía de Ronda.

En 2023 contaba con 33 329 habitantes, que lo convierten en el segundo municipio más poblado del interior de la provincia tras Antequera.[4]​ Su término municipal se extiende sobre una meseta conocida como depresión de Ronda por las sierras que la circundan. Tiene una superficie de 397,62 km² y una densidad de población de 83,82 hab/km².

Ronda tiene su origen en la Arunda romana, que se constituiría a partir de asentamientos ibéricos existentes. Los visigodos le dieron continuidad hasta la llegada de los musulmanes, quienes consolidaron su función de cabecera comarcal y su entidad urbana. Su emplazamiento facilitó la defensa de la ciudad y la puso en una situación estr...Leer más

Ronda es un municipio y ciudad española perteneciente a Andalucía, situada en el noroeste de la provincia de Málaga. Es la cabeza del partido judicial homónimo y la capital de la comarca de la Serranía de Ronda.

En 2023 contaba con 33 329 habitantes, que lo convierten en el segundo municipio más poblado del interior de la provincia tras Antequera.[4]​ Su término municipal se extiende sobre una meseta conocida como depresión de Ronda por las sierras que la circundan. Tiene una superficie de 397,62 km² y una densidad de población de 83,82 hab/km².

Ronda tiene su origen en la Arunda romana, que se constituiría a partir de asentamientos ibéricos existentes. Los visigodos le dieron continuidad hasta la llegada de los musulmanes, quienes consolidaron su función de cabecera comarcal y su entidad urbana. Su emplazamiento facilitó la defensa de la ciudad y la puso en una situación estratégica para dominar los pasos y caminos hacia la Baja Andalucía. Esto y la disponibilidad de tierras aptas para la agricultura le concedieron finalmente una importancia histórica notable.

La ciudad se asienta sobre una meseta cortada por un profundo tajo excavado por el río Guadalevín, al que asoman los edificios de su centro histórico, lo que confiere a la ciudad una panorámica pintoresca que, unida a la variedad de monumentos que posee, a su entorno natural y a su cercanía a los grandes centros del turismo de masas de la Costa del Sol, ha convertido a Ronda en un centro turístico notable. La cornisa del tajo y el puente que lo salva son la imagen por antonomasia de la ciudad.[5]

 Teatro de Acinipo.Prehistoria y Edad Antigua

Aunque en el entorno de la ciudad se han encontrado restos prehistóricos que se remontan al Neolítico entre los que destacan las pinturas rupestres de la Cueva de la Pileta, los orígenes de Ronda se deben a los celtas, quienes en el siglo VI a. C. la llamaron Arunda. Posteriormente, los fenicios se instalaron en una aldea cercana que llamaron Acinipo. Arunda, tras ser conquistada por los griegos, pasó a denominarse Runda.

Pero Ronda como tal fue fundada como consecuencia de la segunda guerra púnica, durante la campaña que el general romano Escipión el Africano llevó a cabo contra los cartagineses que dominaban la Hispania a finales del siglo III a. C. Es entonces cuando se mandó construir el castillo de Laurus el cual favoreció el asentamiento de la población a su alrededor y alcanzando en tiempos de Julio César el rango de ciudad, alcanzando sus habitantes, y los de la vecina Acinipo, la cualidad de ciudadanos romanos.

En el siglo V, con el fin del Imperio romano, la ciudad es tomada por los suevos al mando de Rechila, pasando después por un período bizantino, en el que Acinipo fue definitivamente abandonado, hasta que Leovigildo la integró en el reino visigodo.

Edad Media  Puerta de Carlos V y puerta del Almocábar de las murallas de Ronda. A la derecha, la Iglesia del Espíritu Santo.

En el 711 se produce la invasión musulmana de la península ibérica y, en 713, la actual Ronda abre sus puertas, sin presentar batalla, al jefe musulmán Zaide Ben Kesadi El Sebseki. La ciudad pasa a denominarse Izn-Rand Onda (la ciudad del castillo) convirtiéndose en la capital de la provincia andalusí de Takurunna.

Con la desintegración del califato de Córdoba, la cora de Takurunna pasa a convertirse en la Taifa de Ronda (Banū Ifrēn), un reino independiente regido por Abu Nur Hilal Ben Abi Qurra, y será durante este período cuando se crea la mayor parte del patrimonio monumental con que cuenta el casco histórico de Ronda y los arrabales. Abu Nur Hilal fue sucedido por su hijo Abú Nasar quien tras morir asesinado provocó que Ronda pasara a formar parte del reino sevillano de Al-Mutadid.

El período islámico de la ciudad finaliza cuando, el 22 de mayo de 1485, el rey Fernando el Católico logra tomarla tras un prolongado asedio. Tras la conquista muchos de los monumentos erigidos por los musulmanes son remodelados adecuándose a la nueva situación que vive la ciudad, que inicia un nuevo florecimiento que la hace crecer extendiéndose en nuevos barrios como los del Mercadillo y San Francisco, pasando a conocerse el antiguo núcleo árabe como “La Ciudad”.

Edad Moderna

Durante la Guerra de las Comunidades de Castilla (1520-1521), Ronda, como la mayoría de las ciudades de Andalucía, se mantuvo en lealtad a Carlos I y envío sus diputados a la liga anticomunera celebrada en La Rambla. En caso de tener la provincia que enfrentarse militarmente a los rebeldes, se acordó que aportaría 100 infantes. Cierto también que existieron ciertas tensiones entre el regimiento y el corregidor, pero fueron solventadas pronto por el marqués de Mondéjar.[1]

En 1572 se funda la Real Maestranza de Caballería de Ronda con fines de entrenamiento para la defensa y las guerras del reino. Entre los siglos XVI y XVII se conforma el grueso de la ciudad como se conserva en la actualidad. La antigua medina toma el nombre de La Ciudad, mientras que al barrio del Espíritu Santo se le llama Barrio Alto y al barrio de San Miguel, Barrio Bajo. Los nuevos barrios de San Francisco y del Mercadillo experimentan un gran desarrollo constructivo, dotándose de posadas, iglesias y monasterios.

En el siglo XVIII la ciudad vive una etapa de importantes construcciones entre las que destacan el Puente Nuevo, que ha pasado a considerarse el símbolo de la ciudad, y la plaza de toros, una de las más antiguas y monumentales del mundo, ambas obras de Martín de Aldehuela.[2]​ A partir de esa época se crean los mitos románticos de bandoleros y toreros.

Edad Contemporánea

La invasión napoleónica y la sucesiva Guerra de Independencia tuvo una especial virulencia en Ronda y su serranía. El castillo del Laurel, alcazaba de Ronda, es derribado por los franceses en su retirada y muchos molinos y cultivos quedaron arruinados, quedando la zona en una situación precaria. La ciudad estuvo sujeta al pago de elevados impuestos y víveres diarios, que asfixiaban la economía local. La producción industrial y la ganadera se redujeron a menos de la mitad y un tercio de las huertas se arruinaron debido al gran número de rondeños que se marcharon a las montañas a luchar contra los franceses. De hecho, la población se redujo de 15 600 habitantes a 5000 en tres años.[3]

La invasión francesa es el origen del fenómeno del bandolerismo en la zona, debido a la formación de guerrillas para combatir a los invasores, que tras los estragos de la guerra, se quedaron sin recursos de subsistencia y hubieron de dedicarse al asalto de caminos y el contrabando de productos de Gibraltar. Este fenómeno fue ampliamente explotado por los viajeros románticos como Washington Irving, Mérimée, Ford o Doré, que tomaron Ronda como fuente de inspiración, mezclando la historia real con la ficción, forjando la imagen romántica que aún tiene la ciudad.[4]

 Ronda en una pintura de 1924 de Manuel García y Rodríguez

Durante los siglos XIX y XX la actividad económica de Ronda sigue siendo principalmente rural, siendo el punto de encuentro para los habitantes de los pueblos de la Serranía y teniendo momentos de esplendor a principios del siglo XX con la llegada del ferrocarril.

En 1918 se celebra la Asamblea de Ronda en la que se fijó el actual diseño de la Bandera, el Himno de Andalucía y su escudo. En esa época se empieza a consolidar la Caja de Ahorros de Ronda que ha impulsado fuertemente la economía de la ciudad hasta su desaparición en 1990 al fusionarse con otras entidades bancarias en Unicaja.

 Un parque de Ronda en 1981.

Durante la guerra civil española, la historia apócrifa según el cual, en 1936 al principio de la guerra, cerca de medio millar de simpatizantes del bando sublevado son arrojados por el barranco inspira a Ernest Hemingway en su obra Por quién doblan las campanas. Después de la guerra civil española la ciudad vive una profunda crisis que provocó la emigración de muchos rondeños.

Pérez, Joseph (1977). La Revolución de las Comunidades de Castilla (1520-1521). Siglo XXI de España. ISBN 9788432302855.  Diario Sur (ed.). «Ronda». Consultado el 20 de enero de 2010.  Bodegas La Sangre de Ronda (ed.). «Historia del vino de Ronda». Archivado desde el original el 19 de marzo de 2010. Consultado el 23 de febrero de 2010.  Revista Ibérica (ed.). «Museo del Bandolero de Ronda». Archivado desde el original el 4 de febrero de 2010. Consultado el 23 de febrero de 2010. 
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