Parc Güell
( Parque Güell )El parque Güell (en catalán: parc Güell), Park Güell en su denominación original, es un parque público con jardines y elementos arquitectónicos situado en la parte superior de la ciudad de Barcelona (España), en las estribaciones de la sierra de Collserola. El parque se halla en la ladera sur del monte Carmelo (barrio de La Salud, en el distrito de Gracia) y colindante a la ladera norte donde se encuentra el parque del Carmelo (barrio de El Carmelo, del distrito de Horta-Guinardó). Ideado como urbanización, el parque fue diseñado por el arquitecto Antoni Gaudí, máximo exponente del modernismo catalán, por encargo del empresario Eusebi Güell. Construido entre 1900 y 1914, fue inaugurado como parque público en 1926.
El parque Güell es un reflejo de la plenitud artística de Gaudí: pertenece a su etapa naturalista (primera década del siglo XX), período en que el arquitecto perfeccionó su estilo personal, a través de la inspiración en l...Leer más
El parque Güell (en catalán: parc Güell), Park Güell en su denominación original, es un parque público con jardines y elementos arquitectónicos situado en la parte superior de la ciudad de Barcelona (España), en las estribaciones de la sierra de Collserola. El parque se halla en la ladera sur del monte Carmelo (barrio de La Salud, en el distrito de Gracia) y colindante a la ladera norte donde se encuentra el parque del Carmelo (barrio de El Carmelo, del distrito de Horta-Guinardó). Ideado como urbanización, el parque fue diseñado por el arquitecto Antoni Gaudí, máximo exponente del modernismo catalán, por encargo del empresario Eusebi Güell. Construido entre 1900 y 1914, fue inaugurado como parque público en 1926.
El parque Güell es un reflejo de la plenitud artística de Gaudí: pertenece a su etapa naturalista (primera década del siglo XX), período en que el arquitecto perfeccionó su estilo personal, a través de la inspiración en las formas orgánicas de la naturaleza, para lo que puso en práctica toda una serie de nuevas soluciones estructurales originadas en sus profundos análisis de la geometría reglada. A ello añade el artista catalán una gran libertad creativa y una imaginativa creación ornamental: partiendo de cierto barroquismo sus obras adquieren gran riqueza estructural, de formas y volúmenes desprovistos de rigidez racionalista o de cualquier premisa clásica.[1] En el parque Güell desplegó Gaudí todo su genio arquitectónico y puso en práctica muchas de sus innovadoras soluciones estructurales que serían emblemáticas de su estilo organicista y que culminarían en la Sagrada Familia.
El parque fue concebido por Güell y Gaudí como un conjunto estructurado donde, dentro de un incomparable marco de belleza natural, se situarían unas viviendas de alto standing, con todos los adelantos tecnológicos de la época para procurar el máximo confort y con unos acabados de gran calidad artística. Asimismo, idearon un conjunto impregnado de un fuerte simbolismo, ya que procuraron sintetizar en los elementos comunes del parque muchos de los ideales tanto políticos como religiosos que compartían mecenas y arquitecto: así, son perceptibles en el conjunto conceptos procedentes del catalanismo político —sobre todo en la escalinata de acceso, donde se representan los Países catalanes— y de la religión católica —en el monumento al Calvario, ideado en principio como capilla—. También es importante el elemento mitológico: según parece, Güell y Gaudí se inspiraron en el templo de Apolo de Delfos para su concepción del parque.[2]
Por otro lado, numerosos expertos han querido ver en el parque una serie de referencias de variado signo, debido a la compleja iconografía aplicada por Gaudí al conjunto del proyecto urbanístico, referencias que van desde la reivindicación política hasta la exaltación religiosa, pasando por la mitología, la historia o la filosofía. En concreto, muchos estudiosos pretenden ver referencias a la masonería, hecho poco probable debido a las profundas creencias religiosas tanto de Gaudí como del conde Güell y, en todo caso, no probado por ningún indicio objetivo en toda la historiografía del arquitecto modernista. La multiplicidad de símbolos desarrollada en el parque Güell es, como se ha dicho, de signo político y religioso, en todo caso con cierto carácter mistérico debido al gusto de la época por los enigmas y acertijos.[3]
El parque está catalogado como un monumento declarado en el registro de Bienes Culturales de Interés Nacional del patrimonio catalán y en el registro de Bienes de Interés Cultural del patrimonio español con el código RI-51-0003818.[4] También forma parte del Patrimonio de la Humanidad declarado por la UNESCO como «Obras de Antoni Gaudí» con el código 320-001, donde fue inscrito en 1984 junto al palacio Güell y la casa Milà.[5]
El parque debe su nombre a Eusebi Güell, un rico empresario miembro de una influyente familia burguesa de la Ciudad Condal. Hombre polifacético y de gran cultura, fue escritor, pintor, lingüista, químico y biólogo.[1] Como empresario fue dueño de empresas como El Vapor Vell o la Cementera Asland, y tenía participaciones en otras empresas como Tabacos de Filipinas, el Banco Hispano Colonial o la Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España.[2] Asimismo, militó en el catalanismo y fue diputado en las Cortes en 1878. En 1910 fue nombrado conde por el rey Alfonso XIII. Amigo íntimo y mecenas de Gaudí, le encargó muchas de las obras efectuadas por el arquitecto modernista, sin interferir en sus decisiones artísticas. Para el conde Güell, Gaudí construyó, además del parque Güell, el palacio Güell, las bodegas Güell, los pabellones Güell y la cripta de la Colonia Güell.[3]
El parque Güell se formó por la unión de dos fincas, Can Muntaner de Dalt y Can Coll i Pujol,[4] en la llamada «montaña Pelada» (hoy día monte Carmelo), adquiridas por Güell en 1899 la primera y 1902 la segunda.[5] Este monte pertenece a las estribaciones de la sierra de Collserola y la parte urbanizada por Gaudí se halla en su ladera sudoriental, la más soleada y protegida de los vientos del norte por las montañas circundantes.[6] El terreno había pertenecido al marqués de Marianao (alcalde de Barcelona en 1905-1906 y 1910-1911), promotor del parque de Samà en Cambrils, obra de José Fontseré (1882), uno de los maestros de Gaudí. Según los expertos, el parque de Samà pudo servir de influencia para el arquitecto reusense.[5]
El conde Güell se instaló en una antigua masía del siglo XVII (reformada en el siglo XIX) situada en el recinto del parque antes de su urbanización, la casa Larrard. Gaudí hizo algunas reformas en la misma, entre 1906 y 1922: añadió un porche y un invernadero, y diseñó el arco de acceso a la capilla, cuyas puertas aún se conservan.[7] Al convertirse en parque público esta casa pasó a ser una escuela de primaria, denominada General Primo de Rivera y, desde 1982, Baldiri Reixac.[8]
Fue el conde Güell quien proyectó convertir la falda de la montaña en una urbanización, encargo que encomendó a Gaudí, con el que mantenía una fructífera relación profesional desde 1878, fecha en que el empresario quedó impresionado con el talento del joven arquitecto al ver una obra suya (una vitrina realizada para la Guantería Comella) en la Exposición Universal de París de ese año.[9]
Junto con Gaudí trabajaron algunos de sus colaboradores más habituales, como Josep Maria Jujol, Francisco Berenguer, Joan Bergós, Juan Rubió y Llorenç Matamala.[10] Las obras corrieron a cargo del contratista José Pardo Casanovas, asociado a su sobrino Julián Bardier Pardo.[5]
Güell y Gaudí tenían en mente un proyecto al estilo de las ciudades-jardín inglesas —lo que queda manifiesto en la ortografía inicial Park Güell—,[11] conforme a las teorías de Ebenezer Howard, que habían sido introducidas a principios del siglo XX por Cebrià de Montoliu a través de la revista Civitas (1911-1919).[12] El conde Güell tenía experiencia con la organización laboral inglesa, como se vio reflejado en su proyecto de ciudad obrera de la Colonia Güell, en Santa Coloma de Cervelló.[13] Sin embargo, en esta ocasión el objetivo era el de una urbanización destinada a la burguesía.[14] Asimismo, Güell se inspiró para las zonas ajardinadas en el jardín de la Fontaine de la ciudad de Nîmes, donde vivió en su juventud.[15]
Al poco de iniciadas las obras se encontraron en la zona del Turó de les Menes unas cuevas prehistóricas con restos fósiles, que fueron estudiadas por el geólogo Norberto Font y Sagué. Se comprobó que había sucesivas capas geológicas: sobre calizas dolomíticas del devónico inferior había una capa travertínica arcillosa, sobre esta una capa de travertino estalagmítico y, por último, de cieno rojo calizo-arcilloso. Al parecer, durante algún período de tiempo hubo un estanque en esta zona. Sobre los fósiles, se hallaron restos de mamíferos, reptiles y moluscos, aunque no se evidenció la presencia del ser humano. Entre los restos identificados se registraron ejemplares de erizo común (Erinaceus europeus), de roedores (Lagomys corsicanus y Arvicola arvalis), de rinoceronte (Rhinoceros marcki), ciervo (Cervus elaphus), tortuga (Testudo lunellensis y Testudo ibera) y helícidos (Helix depereti y Helix almerai). Estos restos fueron depositados en el museo del Seminario Conciliar de Barcelona y, posteriormente, en el Museo Martorell de Geología. En 1960 la cueva fue tapiada por peligro de derrumbe.[16]
Gaudí en el parque Güell, en una visita de los marineros del navío chileno Ministro Zenteno (1907)Para el trazado de las vías del parque Gaudí utilizó un eclímetro, con el que efectuó un plano a escala 1:1000 del terreno, ayudado por Julián Bardier. Una copia en ferroprusiato de este plano se halla en la Cátedra Gaudí.[17] La cronología de las obras del parque sería la siguiente: el inicio fue en noviembre de 1900 y desde esta fecha hasta 1903 se hizo la explanación y apertura de calles y se construyó la cerca que rodea el parque, los pabellones de entrada, el refugio para carruajes, la escalinata de acceso, los caminos y viaductos y el sistema de alcantarillado; entre 1904 y 1906 se construyó la casa de muestra, actual Casa-Museo Gaudí; en 1905 se edificó la casa Trias; entre 1908 y 1909 se construyó la sala hipóstila; y entre 1907 y 1913 se erigió el teatro griego con el banco ondulado.[18]
La licencia de obras no fue formalizada hasta 1904, en una instancia dirigida por Güell al Ayuntamiento de Barcelona.[19] Tras un informe emitido por el arquitecto municipal Miquel Pascual, el proyecto fue aprobado el 21 de noviembre de 1904 con el vistobueno de Pere Falqués, arquitecto jefe de Urbanización y Obras. El proyecto fue expuesto en el Boletín Oficial de la Provincia el 9 de enero de 1905.[20]
Vista parcial, foto de la épocaSin embargo, pese al empeño puesto por ambos, el proyecto fue un fracaso comercial: estaba previsto construir una urbanización de gran categoría, con aproximadamente 60 viviendas diseminadas en un inmenso jardín, en las inmediaciones de la ciudad y con una vista panorámica sobre toda Barcelona. Cada parcela, de forma triangular, tenía de 1200 a 1400 m², de los que solo serían edificables de 200 a 240 m², una sexta parte de la parcela, mientras que el resto se dedicaba a jardines.[21] El precio de venta estaba entre 0,75 y 1 peseta el palmo cuadrado, por lo que una parcela podía valer de 23 000 a 37 000 pesetas, un precio un poco caro para la época.[22] Pero el proyecto resultó poco atractivo para los barceloneses, que encontraron que la zona, entonces poco urbanizada, quedaba lejos del centro de Barcelona, en una época además en que lo que estaba de moda eran los grandes edificios del Ensanche, especialmente el paseo de Gracia. Así, solo se vendieron dos parcelas: una de ellas es la actual Casa-Museo Gaudí, donde vivió el arquitecto entre 1906 y 1925, obra de su colaborador Francesc Berenguer; y la otra la casa Trias, propiedad del abogado Martí Trias i Domènech, amigo de Güell y Gaudí, que fue obra del arquitecto Juli Batllevell (1905).[21]
Fotografía de un jardín ya desaparecido del parque Güell, mostrada en el Segundo Congreso Mundial sobre Gaudí (2016)Hacia 1906 ya se empezó a ver que el proyecto no daría el fruto esperado. Aun así, las obras siguieron en marcha para las zonas comunes de la urbanización hasta 1914, en que fueron paralizadas tras el inicio de la Primera Guerra Mundial. Quizá el motivo del fracaso del proyecto se pudo deber a la huelga general de 1902, que acentuó las distancias entre la burguesía y el proletariado, e inició un período de inestabilidad política que culminó en la Semana Trágica de 1909. Otro factor pudo ser la manifiesta catalanidad del parque, en un momento en que las clases dirigentes catalanas se acercaban al gobierno central para asegurarse la tutela del ejército frente a la insurgencia obrera.[23] También se ha puesto el acento en la rigurosa normativa dictada por Güell en cuanto a la superficie constructiva y de gestión de la urbanización.[14]
Escalinata, foto de la épocaPese al fracaso comercial el parque fue enseguida foco de atracción de turistas y visitantes, así como lugar de reunión de asociaciones y centro de diversos eventos y celebraciones. Se podía acceder con una entrada que costaba 50 céntimos y se vendía en la portería, aunque con permiso previo del conde Güell se podía acceder gratuitamente. En 1902 hubo ya una visita de miembros del Centro Excursionista de Cataluña y, en 1903, de la Asociación de Arquitectos. En 1906 se celebró el Garden Party del I Congreso de la Lengua Catalana. En 1907 se produjo la Fiesta de las Asociaciones para recaudar fondos para las víctimas de las inundaciones de ese año. En 1908 tuvo lugar un Congreso de Pirineístas, una fiesta en honor de las Escuelas Catalanas y una fiesta escolar en ocasión del 50 aniversario de los Juegos Florales. En 1909 hubo un concurso de gimnasia y en 1910 una revista de voluntarios de la Cruz Roja. En 1911 un festival de la Federación Femenina contra la Tuberculosis. Ese año visitaron el parque la infanta Paz de Borbón y su hija Pilar. En 1913 hubo una reunión del Centro Regionalista Valenciano. Desde entonces fue lugar habitual de bailes —especialmente sardanas—, fiestas, eventos deportivos, etc.[24]
Después de la muerte del conde Güell en 1918 sus herederos decidieron vender al Ayuntamiento de Barcelona el parque para convertirlo en público. La primera cuota de 500 000 pesetas la pagó el ayuntamiento a la sociedad anónima creada por los herederos de Güell después del fallecimiento de Gaudí (1926), y ese mismo año se abrió el parque, que desde entonces es uno de los puntos neurálgicos de la ciudad de Barcelona, lugar de celebración de numerosos espectáculos y actos públicos y centro de gran interés turístico.[25] El nuevo parque público fue inaugurado el 26 de abril de 1926.[26]
En 1969 el parque Güell fue nombrado Monumento Histórico-Artístico de Carácter Nacional y, en 1984, la UNESCO lo incluyó dentro del Lugar Patrimonio de la Humanidad «Obras de Antoni Gaudí».[27] Entre 1987 y 1994 se hizo una restauración del parque, a cargo de Elías Torres y José Antonio Martínez Lapeña, con la colaboración de Joan Bassegoda.[28] Queda pendiente un proyecto de adecuación de la cara norte de la montaña —que no entró en el proyecto de Gaudí—, especialmente la zona forestal, donde se halla la fuente de San Salvador de Horta.[29]
Un proyecto paralelo al del parque Güell y excelente muestra de jardín diseñado por Gaudí son los jardines de Can Artigas, en La Pobla de Lillet (1905-1907), un encargo del industrial textil Joan Artigas i Alart. Intervinieron en esta obra operarios que habían trabajado en el parque Güell, que realizaron un proyecto parecido al del famoso parque barcelonés, por lo que las similitudes estilísticas y estructurales son evidentes entre ambas obras. Como en el parque Güell, Gaudí diseñó unos jardines plenamente integrados en la naturaleza, con un conjunto de construcciones de líneas orgánicas que se integran perfectamente con el entorno natural.[30]
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