Mónaco-Ville
Mónaco-Ville[1][2] (en francés: Monaco-Ville) es un barrio (en francés, quartier) de la ciudad-Estado de Mónaco.[3][4] Según el censo de 2016, tiene una población de 1064 habitantes.[5]
Algunas fuentes la sitúan como la sede del capital del país,[6] aunque por su pequeño tamaño normalmente no se hace distinción entre la ciudad y el Estado. Situado en un promontorio que se extiende hasta el mar Mediterráneo,[...Leer más
Mónaco-Ville[1][2] (en francés: Monaco-Ville) es un barrio (en francés, quartier) de la ciudad-Estado de Mónaco.[3][4] Según el censo de 2016, tiene una población de 1064 habitantes.[5]
Algunas fuentes la sitúan como la sede del capital del país,[6] aunque por su pequeño tamaño normalmente no se hace distinción entre la ciudad y el Estado. Situado en un promontorio que se extiende hasta el mar Mediterráneo,[7] es apodado La Roca (en francés: Le Rocher). Posee 0,20 km² de superficie y se encuentra entre Fontvieille y La Condamine.
Mónaco Ville fue originalmente llamada en griego Monoikos, por el templo de Hércules Monoikos, ubicado en una colonia focea del siglo VI a. C. Durante su historia, Monoikos cambió de manos numerosas veces. Se convirtió en Mónaco en la Edad Media. Algunas de las murallas de la ciudad y las estructuras originales aún permanecen.
Fue aquí donde los focaicos de Massalia (ahora Marsella) fundaron la colonia de Monoikos en el siglo VI a. C. Monoikos estaba asociado con Hércules, quien era venerado como Hércules Monoecus. Según los trabajos de Hércules, pero también según Diodoro de Sicilia y Estrabón, los griegos y los ligures informaron de que Hércules había pasado por la región.
El 10 de junio de 1215, un destacamento de gibelinos dirigido por Fulco del Cassello inició la construcción de una fortaleza en la roca de Mónaco con el fin de convertirla en una posición militar estratégica y en un medio para controlar la zona.
También establecieron viviendas en la base del Peñón para apoyar a las guarniciones. Para atraer a los habitantes de Génova y de las ciudades vecinas, ofrecieron tierras y eximieron de impuestos a los recién llegados.
El 8 de enero de 1297, François Grimaldi, descendiente de Otto Canella, cónsul de Génova en 1133, se hizo cargo de la fortaleza. Aunque tenía un pequeño ejército, se disfrazó de monje franciscano para entrar, antes de abrir las puertas a sus soldados. Este episodio dio lugar a su apodo, Malizia ("malicia"). Por eso hoy en día las armas de Mónaco llevan dos franciscanos armados con una espada.
Añadir nuevo comentario