El Pucará de Tilcara es un sitio arqueológico formado por numerosas construcciones realizadas por los tilcaras, una parcialidad de los omaguacas, en un punto estratégico sobre la Quebrada de Humahuaca, en la Provincia de Jujuy, República Argentina.
Se encuentra a 1 km al sur de la ciudad de Tilcara, sobre un morro de 80 metros de altura, junto a la confluencia del Río Huasamayo y el Río Grande,[1] que allí corre a 2450 m s. n. m. Fue un lugar ideal para defenderse de los ataques, ya que dominaba el cruce de los dos únicos caminos del lugar. Por un lado, la defienden los acantilados sobre el Río Grande y por el otro, las ásperas laderas. En los faldeos más accesibles construyeron altas murallas. Los pucarás no solo tenían fines defensivos sino también sociales y religiosos. Desde esa altura podían controlarse los campos de cultivo circundantes y las viviendas de los c...Leer más
El Pucará de Tilcara es un sitio arqueológico formado por numerosas construcciones realizadas por los tilcaras, una parcialidad de los omaguacas, en un punto estratégico sobre la Quebrada de Humahuaca, en la Provincia de Jujuy, República Argentina.
Se encuentra a 1 km al sur de la ciudad de Tilcara, sobre un morro de 80 metros de altura, junto a la confluencia del Río Huasamayo y el Río Grande,[1] que allí corre a 2450 m s. n. m. Fue un lugar ideal para defenderse de los ataques, ya que dominaba el cruce de los dos únicos caminos del lugar. Por un lado, la defienden los acantilados sobre el Río Grande y por el otro, las ásperas laderas. En los faldeos más accesibles construyeron altas murallas. Los pucarás no solo tenían fines defensivos sino también sociales y religiosos. Desde esa altura podían controlarse los campos de cultivo circundantes y las viviendas de los campesinos en los terrenos bajos.
Es una de las zonas más importantes y conocidas de las antiguas poblaciones prehispánicas de la región Humahuaca. Tiene una extensión de 8 a 15 hectáreas y tiene aproximadamente 1160 ± 70 años de antigüedad. Su ocupación se extendió hasta la época inca, convirtiéndose en una llacta administrativa. En el pucará se identifican varios barrios de viviendas, corrales, una necrópolis y un lugar para ceremonias sagradas, entre otros espacios.
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