Mare de Déu de Montserrat
( Virgen de Montserrat )La Virgen de Montserrat (en catalán: Mare de Déu de Montserrat), conocida popularmente como La Moreneta, es la patrona de Cataluña y una de las nueve Patronas de las comunidades autónomas de España. La imagen se venera en el Monasterio de Montserrat, símbolo para Cataluña y un punto de peregrinaje para creyentes, además de un atractivo turístico.
El 12 de septiembre de 1881, el papa León XIII declaró oficialmente a la Virgen de Montserrat como patrona de las diócesis de Cataluña. Se le concedió también el privilegio de tener misa y oficios propios. Su festividad se celebra el 27 de abril. También se celebra el día 8 de septiembre fiesta de la Natividad de la Virgen, como una Virgen encontrada.[1]
Según la leyenda, la primera imagen de la Virgen de Montserrat la encontraron unos niños pastores en el año 880. Tras ver una luz en la montaña, los niños encontraron la imagen de la Virgen en el interior de una cueva. Al enterarse de la noticia, el obispo de Manresa intentó trasladar la imagen hasta esta ciudad, pero el traslado fue imposible ya que la estatua pesaba demasiado. El obispo lo interpretó como el deseo de la Virgen de permanecer en el lugar en el que se la había encontrado y ordenó la construcción de la ermita de Santa María, origen del actual monasterio.
Historia recienteDurante la Guerra de la Independencia, que supuso la invasión de parte de España por parte de tropas de Francia en 1808, el Monasterio de Montserrat fue profanado y la imagen de la Virgen fue trasladada a Barcelona para evitar su destrucción.[1] La imagen estuvo primero en la catedral y después en la Iglesia de San Miguel.[1] En 1824, el nuevo gobierno permitió su regreso a Montserrat y la reconstrucción del monasterio. Sin embargo, el cambio político, la supresión de órdenes religiosas y las desamortizaciones obligaron de nuevo a la Virgen a estar ausente de su Santuario hasta 1844, cuando se restableció de nuevo su culto.[1]
Desde épocas remotas la Virgen estaba vestida con lujosos mantos de tela y grandiosas coronas de oro, pero todo ello fue expoliado por los milicianos republicanos durante la Guerra Civil española. Tras el final de la contienda, la imagen se presentó con su aspecto original románico, despojada de vestidos y accesorios, que es como actualmente se muestra.[1]
↑ a b c d Coronas para una imagen
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