Trujillo (España)

Trujillo es un municipio español de la provincia de Cáceres, en la comunidad autónoma de Extremadura. Ocupa una extensión de 649,53 km² en la que se incluyen los núcleos de población de Belén, Huertas de Ánimas, Huertas de la Magdalena y Pago de San Clemente además de fincas y dehesas que rodean la ciudad. Con 9012 habitantes en 2019, es la sexta localidad más poblada de la provincia. Trujillo es la capital de la mancomunidad Comarca de Trujillo y del partido judicial de Trujillo. Está comunicado con Badajoz y Madrid por la Autovía A-5, con Cáceres por la Autovía A-58 y con Plasencia por la EX-208 que, a su vez, atraviesa el parque nacional de Monfragüe.

Trujillo ha recorrido todas las etapas de la Historia, desde poblado romano a ciudad medieval, lo que le ha servido para obtener los títulos de Ciudad Muy Noble, Muy Leal, Insigne y Muy Heroica. Desde 1528 fue la capital de la provincia de Trujillo, integrada como partido de la provincia de Salamanca en 15...Leer más

Trujillo es un municipio español de la provincia de Cáceres, en la comunidad autónoma de Extremadura. Ocupa una extensión de 649,53 km² en la que se incluyen los núcleos de población de Belén, Huertas de Ánimas, Huertas de la Magdalena y Pago de San Clemente además de fincas y dehesas que rodean la ciudad. Con 9012 habitantes en 2019, es la sexta localidad más poblada de la provincia. Trujillo es la capital de la mancomunidad Comarca de Trujillo y del partido judicial de Trujillo. Está comunicado con Badajoz y Madrid por la Autovía A-5, con Cáceres por la Autovía A-58 y con Plasencia por la EX-208 que, a su vez, atraviesa el parque nacional de Monfragüe.

Trujillo ha recorrido todas las etapas de la Historia, desde poblado romano a ciudad medieval, lo que le ha servido para obtener los títulos de Ciudad Muy Noble, Muy Leal, Insigne y Muy Heroica. Desde 1528 fue la capital de la provincia de Trujillo, integrada como partido de la provincia de Salamanca en 1591, hasta la creación de la provincia de Extremadura en 1653.[3][4]​ En la localidad nacieron, entre otros, Francisco Pizarro, conquistador del Perú, cuya escultura ecuestre se levanta en la Plaza Mayor, y Francisco de Orellana, descubridor del río Amazonas.

Su importancia histórica, su situación, su entorno natural y su gastronomía han hecho de Trujillo un importante centro turístico de Extremadura. De sus monumentos, algunos de ellos protegidos, destacan el castillo (antiguo alcázar árabe), la iglesia de Santa María la Mayor (siglo XIII) y los palacios de la Plaza Mayor. Además, en Trujillo se celebran dos fiestas de interés turístico regional, el Chíviri y la Semana Santa Trujillana,[5]​ y otros eventos como la Feria Nacional del Queso y la Feria Agroganadera.

Prehistoria y Edad Antigua

En la ciudad se conservan restos prehistóricos y prerromanos, tales como puntas de flecha magdalenienses, perforadores, hachas pulimentadas y pinturas esquemáticas. En los alrededores del río Almonte y de sus afluentes se establecieron castros defensivos que funcionaban como fortalezas naturales. El hecho de asentarse el lugar sobre un batolito de granito, que alberga un abundante material de construcción y grandes cantidades de agua, favoreció el poblamiento temprano del lugar.[1]

En tiempos de los romanos, el lugar fue conocido como Turgalium[2]​ y llegó a ser una prefectura estipendiaria de la capital lusitana, Augusta Emerita, en la calzada que unía esta ciudad con Caesaraugusta. Tanto en Trujillo como en municipios vecinos se conservan numerosos restos romanos.[1]

Edad Media

Posteriormente fue poblada por pueblos bárbaros (principalmente visigodos) aunque la mayoría de la población siguió siendo hispanorromana. Más tarde llegaron los musulmanes, pasando a ser una de las principales poblaciones de la región de influencia gobernada desde Badajoz (que llegó incluso a formar uno de los reinos de taifas). La Reconquista hizo de Trujillo un lugar estratégico para los dos bandos enfrentados, pues ya en la época califal se construyeron la fortaleza, los aljibes y parte de la muralla. Trujillo, llamada por los musulmanes Turyila, Taryalah o Turyaluh, fue una importante medina que pertenecía a la cora de Mérida y que funcionaba como lugar defensivo y centro de comercio.[1]

En 1165 la ciudad pasó a estar controlada brevemente por el caballero portugués Gerardo Sempavor, si bien en el año 1167 la perdió a manos del rey Fernando II de León,[3]​ que integró Trujillo en el Reino de León hasta el año 1173, en que los musulmanes retomaron el control de la localidad tras una nueva ofensiva.

Por otro lado, cabe apuntar que la tenencia leonesa de Trujillo se hizo en forma de señorío semi-independiente a cargo de Fernando Rodríguez de Castro, a quien Fernando II le cedió el control y defensa de la localidad, que estuvo en manos de este miembro de la Casa de Castro hasta la ofensiva musulmana de 1173.[4]​ Este señorío abarcaba un territorio que se extendía entre los ríos Tajo y Guadiana, y entre otras localidades, comprendía las de Montánchez, Santa Cruz de la Sierra y Monfragüe.[5]

Tras la conquista musulmana de Trujillo del año 1173, en el año 1186 Pedro Fernández de Castro (hijo del mencionado Fernando Rodríguez de Castro) retomó el control cristiano sobre la ciudad, volviendo a tomar para los Castro el señorío sobre la Tierra de Trujillo que Fernando II de León había donado a su padre, fallecido en 1185. No obstante, tras declararse Pedro Fernández de Castro vasallo del rey Alfonso VIII de Castilla, este cederá el control de la Tierra de Trujillo a las Órdenes Militares de Santiago y San Julián de Pereiro, con el objetivo de que estas poblasen el territorio comprendido entre los ríos Tajo y Guadiana.[6]​ Por su parte, un año después, en 1187, Fernández de Castro consignaba en su testamento que, en caso de que falleciese sin dejar descendencia, todos sus castillos situados en la Extremadura leonesa pasarían a ser de la Orden de Santiago, si bien insertando la condición in ipso pacto quod habeo cum domino rege Aldefonso, la cual implicaba que los castillos no podrían usarse ni por leoneses ni por castellanos para atacar al rey de Castilla.[7][8]

 Plaza Mayor de Trujillo (Cáceres, España).

En todo caso, el Imperio almohade retomó el control sobre Trujillo en el año 1196, reteniendo los musulmanes la localidad hasta el año 1233, cuando un ejército formado por fuerzas de las Órdenes Militares y del obispo de Plasencia tomó la ciudad de Trujillo tras varios meses de sitio iniciados en 1232.[7]​ En este asedio, el rey andalusí Abu Abdellah ibn Hud acudió a la petición de socorro de los sitiados, pero se retiró sin hostigar a los sitiadores, ante la dificultad táctica de deshacer dicho cerco. Así, el 25 de enero de 1233,[9]​ un grupo de soldados encabezados por el mozárabe Fernán Ruiz Altamirano,[10]​ con la participación de las Órdenes Militares de Alcántara, Santiago y el Temple, reconquistaron definitivamente la villa, que pasó con ello a formar parte de la corona castellano-leonesa con Fernando III.[4][11][12]

Al margen de los hechos históricos propiamente dichos, cuenta la leyenda que la Virgen de la Victoria se apareció a los soldados cristianos en el Arco del Triunfo antes de que consiguieran reconquistar la ciudad, venciendo a los árabes que había en ella, anticipándoles el resultado de la batalla.[13]

Tras su definitiva conquista cristiana, Trujillo recibió un fuero propio, concedido por el rey Alfonso X el Sabio, el 26 de julio de 1256,[14]​ otorgándosele el control sobre un amplio alfoz que limitaba con los de Plasencia, Cáceres y Medellín, con las órdenes militares de Santiago y Alcántara y con las tierras de Talavera de la Reina y Toledo. En lo que concierne a este alfoz, Trujillo ejerció un férreo señorío jurisdiccional sobre sus aldeas, que eran 22 en 1485, año en el que ya se habían separado de Trujillo las tierras del monasterio de Guadalupe y villas como Cabañas del Castillo u Orellana la Vieja.[1]

Posteriormente, en el año 1430, el rey Juan II de Castilla le concedió a Trujillo el título de ciudad. Por otro lado, aunque desde 1232 era una villa de realengo (lo cual suponía una dependencia directa de la Corona), la ciudad sufrió algunos breves intentos de señorialización, como la concesión a Álvaro de Zúñiga y Guzmán en 1469 y la concesión a Juan Pacheco en 1474. En 1465, el rey Enrique IV de Castilla concedió a la ciudad un mercado franco.[1]​ Cabe reseñar, asimismo, que tuvo importancia su barrio judío ubicado ya fuera de los potentes muros medievales. Trujillo, con el crecimiento de la población, poco a poco se fue extendiendo fuera del recinto amurallado. Uno de los lugares principales que se formaron fue la actual Plaza Mayor que, después de la vuelta de algunos de los numerosos hombres que marcharon a América, fue engalanada por majestuosos palacios.

Edad Moderna  Palacio de la Conquista, construido en el siglo XVI.

El siglo XVI fue una época muy importante para Trujillo. La población de la ciudad aumentó considerablemente, teniendo ya más de 5000 habitantes en las primeras décadas del siglo y aumentando aún más posteriormente. A pesar de ello, el Descubrimiento de América provocó una gran emigración de familias de trujillanos al continente recién descubierto. De Trujillo salieron importantes conquistadores y exploradores, como Francisco Pizarro, Diego García de Paredes (hijo) o Francisco de Orellana.[1]​ De América volvieron a Trujillo un gran número de indianos, que con el dinero que obtuvieron construyeron destacadas casas y palacios que hoy son una importante atracción turística y llegaron a comprar cargos concejiles. El dinero indiano también permitió construir capillas y hospitales. Durante la guerra de las Comunidades de Castilla se mantuvo leal a Carlos I.[15]​ Los virreyes castellanos únicamente se inquietaron ante la actitud del alcalde de la fortaleza, que parecía dispuesto a entregarla a los comuneros. Tras la batalla de Tordesillas, sin embargo, reflexionó en su posición y a partir de allí la ciudad escapó, pues, a la influencia de los rebeldes.

Desde 1528, Trujillo fue capital de provincia, contando según el Censo de Pecheros de Carlos I, con 48 789 vecinos pecheros (el 6,75 % de la población de la Corona de Castilla).[16]​ En 1591, el Censo de los Millones, reconoce la provincia de Trujillo como una de las provincias de España, a la que pertenecían un gran número de localidades de la actual Extremadura.[17]​ Esta provincia no contaba con derecho a voto en las Cortes de Castilla, dependiendo a nivel administrativo de la de Salamanca.[17]

 Palacio de Juan Pizarro de Orellana.

En 1531 el concejo acordó construir una capilla en el castillo para venerar en ella a la imagen de la Virgen con el niño realizada por Diego Durán. El culto a la Virgen con el Niño se había iniciado en la parroquia de Santa María, bajo la advocación del Misterio de la Asunción. Fue la imagen de mayor devoción en Trujillo, hasta la construcción de esta.

Por otro lado y pese al aumento de la capacidad económica de algunos trujillanos, la economía de la ciudad se vio deteriorada como consecuencia de las ventas por parte de la Corona de algunos lugares que hasta entonces habían pertenecido a su alfoz. En 1538, Cañamero y Berzocana compraron su independencia. Garciaz hizo lo mismo en 1564, luego de que varios trujillanos compraran un gran lote de lugares del alfoz. En el siglo XVII fueron enajenados otros siete lugares.[1]

En 1653 la ciudad se alió con Plasencia y otras localidades para la compra de un voto conjunto en las Cortes de Castilla y así recuperar poder administrativo.[1]

En el siglo XVII y principios del siglo XVIII, la pérdida de su patrimonio, agravada por la crisis económica y por conflictos como la guerra de Restauración portuguesa y la guerra de Sucesión Española, provocó un descenso de la población que hizo que en el siglo XVIII se convirtiera en una ciudad semidesértica y llena de edificios ruinosos.

Edad Contemporánea Siglo XIX

A partir de 1800, Trujillo fue perdiendo la importancia que había tenido en el pasado.[1]​ Los estragos causados durante la guerra de la Independencia Española, durante la cual Trujillo fue invadido, destruido y ocupado varias veces por las tropas napoleónicas, y la pérdida de población fueron catalizadores de este declive.[1]​ No en vano, la reconstrucción de los daños que los invasores causaron en la ciudad se alargó hasta bien entrado el siglo XX.[1]

En mayo de 1808, al inicio de la guerra de la Independencia Española, el alcalde mayor de Trujillo, Antonio Martín Rivas, fue una de las primeras autoridades que respondieron al llamamiento de los alcaldes de Móstoles. Organizó alistamientos de voluntarios, con víveres y armas, y movilizó tropas para acudir al auxilio de la Corte.

En 1822 se produjo la división definitiva de la provincia de Trujillo en las de Cáceres y Badajoz y Trujillo se constituyó en municipio constitucional perteneciente en la división territorial de 1833 a la nueva provincia de Cáceres, en la región de Extremadura.[18]​ En el censo de 1842 contaba con 110 hogares y 6026 vecinos.[19]

En 1846 se produjo el primer intento de hacer que el ferrocarril pasara por Trujillo, cuando se creó la "Compañía Camino de Hierro Central de España", cuyo objetivo era unir por tren Madrid con Portugal. El proyecto de esta compañía de unir Toledo y Mérida pasando por Trujillo fracasó por su inconcreción y falta de apoyo económico. Posteriormente se hicieron otros estudios, también sin resultado como el proyecto que realizó en 1853 el ingeniero francés Vissocqse.[20]​ En 1858 se autorizó al marqués de la Conquista para efectuar estudios de un ferrocarril que uniera Trujillo con la línea que va de Alcázar de San Juan a Portugal.[21]​ En 1887, casi treinta años más tarde, se autorizó a Agrimiro Blay para realizar un estudio para unir Logrosán y Cáceres pasando por Trujillo.[22]​ Este último proyecto parecía al principio exitoso, pues en 1890 se sancionó una ley que permitía la construcción de esta línea, con un ramal que iría a Montánchez, aunque tampoco se llevó a cabo.[23]

En los años 80 el espacio urbanístico creció, con paseos y rondas de nueva creación. Además se crearon en esa década varias instituciones como el Asilo de Ancianos, situado en el Palacio de los Duques de Noblejas, el Colegio Preparatorio Militar para el ingreso en las academias militares, que fue inaugurado en 1888 y el Colegio de las Carmelitas de la Caridad, fundado por María de la Paz Orellana. En 1898 se trasladó el Ayuntamiento, desde la antigua Casa Consistorial hasta la Casa de Comedias, que es su ubicación actual. En 1899 se estableció el suministro canalizado de agua potable.[1]

Siglo XX

En los primeros años del siglo XX se siguió intentando que el ferrocarril llegara a la ciudad. Se hicieron proyectos para unir Trujillo con Cáceres, Logrosán y Miajadas.[24][25][26][27][28][29]​ En 1925, durante la dictadura de Primo de Rivera, el Gobierno proyectó una línea que uniría Cáceres con Ciudad Real pasando por Trujillo y Herrera del Duque. El 18 de abril se realizó en Trujillo una asamblea en la cual representantes de varios municipios de las provincias de Cáceres, Badajoz y Ciudad Real determinaron que era necesaria la construcción de una línea de Cáceres a Ciudad Real, pero que dicha línea debía pasar por Almadén.[30]​ Pese a la gran cantidad de proyectos, finalmente Trujillo no consiguió tener ferrocarril, aunque a principios de siglo XXI sigue habiendo propuestas para construirlo.[31]

Durante el siglo XX, la ciudad pasó a ser un centro comarcal de servicios y se desarrolló el turismo en la ciudad.

a b c d e f g h i j k l Historia Archivado el 4 de octubre de 2018 en Wayback Machine. Ayuntamiento de Trujillo «Copia archivada». Archivado desde el original el 27 de abril de 2017. Consultado el 26 de abril de 2017.  O’Callaghan, Joseph F. (1975). A History of Medieval Spain. Ithaca, Nueva York: Cornell University. Pág. 238 a b del Pino García, 1985, p. 381. El cronista Ibn Ṣāḥib al-Ṣalā señaló que tres años después de esta conquista, entre el´17 de octubre de 1167 y el 4 de octubre de 1168, Gerardo Sempavor se vio forzado a ceder Trujillo a un cierto Fernando, cuñado de "Fernando el Baboso", refiriéndose a Fernando II de León, quien era cuñado de Fernando Rodríguez de Castro "el Castellano", pues este último se había desposado con Estefanía Alfonso "la Desdichada", hermanastra del rey de León. La donación de las ciudades a Fernando Rodríguez de Castro también aparece consignada en diversas fuentes cristianas, caso de la Chronica latina regum castellae. La fecha aproximada proporcionada por Ibn Ṣāḥib se halla en desacuerdo con la de 1169 (cf. Bishko [1975], 414–15) o 1170, señalada por otras fuentes. (cf. Julián Clemente Ramos, "La Extremadura musulmana (1142–1248): Organización defensiva y sociedad," Anuario de estudios medievales, 24 [1994], 649–50). Cf. Félix Hernández Giménez, "Los caminos de Córdoba hacia Noroeste en época musulmana, I," Al-Andalus, 32:1 (1967), 93. Montaña Conchiña, 1991-1992, p. 201. a b Chamoso Cantudo, Miguel Ángel (2017). Alvar Pérez de Castro (C. 1196-1239). Tenente de Andújar. Frontero de al-Andalus. Conquistador de Córdoba. Ayuntamiento de Andújar. Pág. 172 Izquierdo Benito y Ruiz Gómez, 1996, p. 155. Real Asociación Española de Cronistas Oficiales: La reconquista de Trujillo Del Busto Duthurburu, José Antonio (1993). La tierra y la sangre de Francisco Pizarro. Lima: Universidad de Lima. Pág. 251 Historia de España, Ramón Menéndez Pidal, Tomo XIII, Castilla y León (1217-1349). página 49, Espasa-Calpe, Madrid 1990 ISBN 8423948005 RUIZ MORENO, Manuel Jesús: Aproximación histórica a la reconquista de Trujillo (1233). XLIII Coloquios Históricos de Extremadura (2014) Fernández-Daza Álvarez, Carmen (1993). La ciudad de Trujillo y su tierra en la baja Edad Media. Junta de Extremadura. Pág. 99 Fernández-Daza Alvear, 1985, p. 420. Pérez, Joseph (1977). La Revolución de las Comunidades de Castilla (1520-1521). Siglo XXI de España. ISBN 9788432302664.  Censo de Pecheros de Carlos I, Tomo II (1528) Disponible en PDF (INE) a b Error en la cita: Etiqueta <ref> no válida; no se ha definido el contenido de las referencias llamadas sanchezarroyo «Real Decreto de 30 de noviembre de 1833 sobre la división civil de territorio español en la Península e islas adyacentes en 49 provincias». Gaceta de Madrid. 1833.  Municipio Código INE -10.195 Datos intercensales Blanch Sánchez, 2013. Gobierno de España (ed.). «Gaceta de Madrid de 21 de marzo de 1858». Consultado el 1 de febrero de 2014.  Gobierno de España (ed.). «Gaceta de Madrid de 25 de junio de 1887». Consultado el 1 de febrero de 2014.  Gobierno de España (ed.). «Gaceta de Madrid de 10 de agosto de 1890». Consultado el 1 de febrero de 2014.  Gobierno de España (ed.). «Gaceta de Madrid de 14 de febrero de 1902». Consultado el 1 de febrero de 2014.  Gobierno de España (ed.). «Gaceta de Madrid de 23 de octubre de 1908». Consultado el 1 de febrero de 2014.  Gobierno de España (ed.). «Gaceta de Madrid de 22 de diciembre de 1911». Consultado el 1 de febrero de 2014.  Gobierno de España (ed.). «Gaceta de Madrid de 23 de diciembre de 1911». Consultado el 1 de febrero de 2014.  Gobierno de España (ed.). «Gaceta de Madrid de 13 de julio de 1912». Consultado el 1 de febrero de 2014.  Gobierno de España (ed.). «Gaceta de Madrid de 23 de julio de 1912». Consultado el 1 de febrero de 2014.  Fernández-Pacheco Sánchez-Gil y Moya García, 2001. Marcos Suero (7 de agosto de 2013). «Trujillo perdió el tren». La Opinión de Trujillo. Consultado el 1 de febrero de 2014. 
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