La construcción del castillo San Felipe de Barajas dio comienzo en 1536 por militares españoles y esclavos africanos.[1]​ Fue erigido con materiales propios de la época, como el cemento y la roca, y su ubicación geográfica (colina de San Lázaro) obedecía a una estrategia militar,[2]​ debido a la excelente elevación del terreno (cuarenta metros sobre el nivel del mar).[3]​ Gracias a esta considerable altura, se divisaba cualquier movimiento del enemigo y por consecuencia, se maximizaba el tiempo de reacción ante cualquier intento de invasión. La edificación del fortín supuso la protección de la ciudad de Cartagena de Indias contra los ataques de los franceses comandados por de Pointis en 1697[4]​ y de los ingleses liderados por Edward Vernon.[5]​ En 1741 al jefe inglés se le encomendó la misión de atacar y destruir la ciudad acompañado de una tropa que excedía los 27 000 soldados, junto con 186 buques y 2000 cañones, mientras que el militar español Blas de Lezo (su verdugo y protector de la ciudad) se defendió solo con 3600 hombres y seis buques.[5]​

A pesar de la guerra desatada y de la desventaja militar, el comandante español logró someter y juzgar a Vernon y a todas sus tropas.[5]​ Luego de la confrontación, Vernon se alejó del sitio y exclamó contra Lezo: «God damn you, Lezo! (¡Que Dios te maldiga, Lezo!)»,[6]​ mientras que éste le replicó: «Para venir a Cartagena es necesario que el rey de Inglaterra construya otra escuadra mayor, porque esta solo ha quedado para conducir carbón de Irlanda a Londres».[7]​