بابل

( Babilonia (ciudad) )

Babilonia fue una antigua ciudad de la Baja Mesopotamia situada cerca de la actual ciudad de Hilla "Irak". Fue la capital del antiguo reino babilónico, y durante varios siglos fue considerada un importante centro de comercio, arte y aprendizaje.

Sus ruinas, parcialmente reconstruidas a finales del siglo xx, se encuentran en la provincia iraquí de Babil, en las proximidades de la ciudad de Hilla.

Fundación y primeros siglos

Existen distintas opiniones acerca de la fundación de Babilonia. Antiguamente se consideraba que la ciudad había sido fundada o reconstruida por Sargón de Acad. La fuente más antigua conocida que menciona la ciudad es datada en tiempos del Imperio acadio formado por Sargón de Acad en el siglo siglo xxiv a. C. La Crónica Weidner establece que fue el propio Sargón quien construyó Babilonia "frente a Agadé".[1]​ Otra crónica establece, en el mismo sentido, que "Sargón excavó el polvo del pozo de Babilonia, e hizo una contraparte de Babilonia cerca de Agadé" (ABC 20:18-19).[1]​ Más recientemente, sin embargo, se ha sostenido que dichas fuentes en realidad se refieren a Sargón II de Asiria (siglo VIII a. C.) y no a Sargón de Acad.[2]​ Esto coincidiría con el resurgimiento y embellecimiento de la ciudad durante el Imperio neobabilónico.

Algunos eruditos, incluyendo al lingüista Ignace Gelb, han sugerido que el nombre Babilon refleja el de una ciudad anterior. Según Ranajites Pallmin, esta ciudad estaba ubicada hacia el este.[3]​ Herzfeld ha escrito sobre Baver en Irán, cuya fundación se atribuye a Jamshid: el nombre Babil podría ser un eco de Baver. David Rohl sostiene que la Babilonia original debe ser identificada con Eridu. Según la Biblia, Babilonia fue fundada por Nemrod (Génesis, 10).

Ya comenzada la segunda mitad del siglo XXI a. C., nómadas semitas procedentes del desierto de Arabia (amorreos y tidnum) expropiaron a Amar-Sin, rey de Sumer y Acad, parte de los territorios del centro de Mesopotamia (Acad), queriendo penetrar en Kish; pero fueron expulsados de esta última ciudad, quedando limitados a las orillas del Éufrates, es decir, a Babilonia. Por ser su única posesión importante por mucho tiempo, los martu, se encargaron de engrandecerla y embellecerla. En el año 2004 a. C. el Imperio de Ur, conocido como el periodo Ur III, cayó ante una coalición de pueblos nómadas procedentes de los montes Zagros: elamitas, la ciudad de Isin, y los amorreos o martu. Estos últimos se asentaron en la Media y Baja Mesopotamia, apoderándose de las ciudades y fundando dinastías amorritas en ellas.

Primer período imperial  Mapa del imperio de Hammurabi.

La Primera Dinastía Babilónica fue fundada hacia el año 1894 a. C. (cronología media) por el amorrita Sumu-Abum, quien estableció una pequeña ciudad-Estado independiente. Su sexto rey, Hammurabi (1792-1750 a. C.) engrandecería colosalmente sus fronteras y extendería sus dominios, dominando toda Mesopotamia —Isin, Larsa, Ur, Uruk, Nippur, Lagash, Eridu, Kish, Adab, Eshnunna, Akshak, Akkad, Shurupak, Bad-tibira, Sippar y Ngirsu—. Desde entonces adquirió gran relevancia como la verdadera metrópoli de región. Sin embargo, el imperio no duró mucho. Tras la muerte de Hammurabi, comenzaron varias revueltas y conflictos, especialmente de parte de los primeros caudillos casitas (tribu aria indoeuropea y nómada) y unos invasores del llamado "País del Mar". El imperio no era sólido, y tras la muerte de Hammurabí tuvo que enfrentarse a distintos problemas: principalmente el nacionalismo sumerio al sur, el avance de los casitas al este y el poder creciente de los hurritas al norte, que en aquella época crearon un imperio llamado Mitanni.[4]​ Finalmente, en el 1595 a. C., sin poder resistir las presiones de los casitas del sur, Samsu-Ditana, último rey del primer Imperio babilónico, fue depuesto por el caudillo casita, Agum II. En el 1531 a. C. el rey hitita Mursili II saqueó la ciudad de Babilonia y sobre sus ruinas se estableció la dinastía Casita.[4]

Periodo de crisis y dominio asirio

Tras la caída de los casitas hacia el 1155 a. C., Babilonia fue gobernada por la II Dinastía de Isin; era la primera vez que una dinastía nativa de Baja Mesopotamia tomaba el poder. Sin embargo, Babilonia permaneció débil y sujeta al dominio de Asiria. Sus ineficaces reyes fueron incapaces de evitar que nuevas oleadas de invasiones occidentales, incluidos los arameos en el siglo XI a. C. y caldeos en el siglo IX a. C., entraran y se apropiaron de áreas de Babilonia para ellos mismos. En el 713, tras varias décadas de inestabilidad, la ciudad fue conquistada por Imperio neoasirio.

El gobierno asirio de la ciudad de Babilonia estuvo marcado por las rebeliones de la nobleza local, fuertemente nacionalista. La ciudad de Babilonia era entonces una provincia menor, aunque culturalmente fuerte, que mantenía sus propios reyes dependientes de los monarcas asirios. El rey asirio Ashur-uballit I intentó mejorar las relaciones con la ciudad casando a una de sus hijas con su rey Karakhardash y colocando a su nieto como rey de los casitas. Sin embargo, el asesinato de este último marcó una represalia militar que encendió el nacionalismo babilonio, ya arraigado hasta la nueva independencia de la ciudad.

Con Salmanasar III (859-824 a. C.) Babilonia, como otras provincias, aprovechó las revueltas internas asirias para tratar de obtener la independencia. Para entonces ya estaban instalados en ella los caldeos, que habían llegado uno o dos siglos antes. Babilonia volvió a estar bien controlada por los asirios durante el reinado del usurpador asirio Tiglatpileser III (745-727 a. C.), que aprovechó el fin de la dinastía babilónica para hacer valer su poder allí con más fuerza. Volvieron a producirse nuevas rebeliones en Babilonia durante el reinado de Senaquerib, que se vio obligado a intervenir militarmente en la ciudad y a deportar a parte de su población. Más tarde, ante la continuidad de las rebeliones, destruye completamente la ciudad. Asarhaddon (681-669 a. C.), hijo de Senaquerib que accedió al trono tras una guerra civil, casó con una babilonia y fundó una doble monarquía en el imperio, una en Nínive, la capital de su padre, y otra en Babilonia. A su muerte reparte el imperio entre dos hijos, dándole a uno Asiria y a otro Babilonia, pero Asurbanipal, el heredero de Asiria, no tarda en volver a controlar Babilonia, esta vez mediante un pacto pacífico, firmado solamente después de una larga serie de incidentes bélicos que siguió a la división del imperio. Este pacto sólo duró unos pocos años; después, Babilonia y Asiria nuevamente en guerra, el rey babilonio acabó suicidándose en el año 648 a. C. y Asurbanipal conquistó la ciudad, ordenando asesinar a sus habitantes.[4]

Embellecimiento de Babilonia por Nabucodonosor II  Puerta de Ishtar. Museo de Pérgamo, Berlín.

Fue bajo el gobierno del rey Nabucodonosor II (605-562 a. C.) cuando Babilonia llegó a ser una de las ciudades más espléndidas del mundo antiguo. Nabucodonosor ordenó la completa reconstrucción de las tierras imperiales, incluyendo la reconstrucción de los Jardines Colgantes de Babilonia (una de las siete maravillas del mundo antiguo), de los cuales se dice haber sido construidos para su nostálgica esposa Amytis. La existencia de los jardines es un tema de disputa: a pesar de que las excavaciones del arqueólogo alemán Robert Koldewey parecen confirmar su existencia, muchos historiadores están en desacuerdo sobre la localización, y algunos creen que pueden haber sido confundidos con los jardines de Nínive.

Babilonia bajo los persas

Babilonia perdió definitivamente su independencia en el siglo VI a. C., cuando fue conquistada por los persas. Después de pasar varias vicisitudes, la ciudad cayó en el 539 a. C. bajo el mando de Ciro el Grande, rey de Persia. Bajo Ciro y su heredero, Darío I el Grande, Babilonia se convirtió en un centro de aprendizaje y avance científico. Los eruditos babilonios completaron mapas de constelaciones, y crearon los fundamentos de la astronomía y las matemáticas modernas. Sin embargo, bajo el reinado de Darío III Codomano, Babilonia empezó a estancarse progresivamente.

Babilonia helénica

En el período helenístico —sometida a imperios extranjeros y caída en desgracia frente a ciudades como Persépolis— Alejandro Magno quiso convertirla en su capital.[5]​ La ciudad helénica básicamente fue la misma que la neobabilónica y la aqueménida. Los edificios más altos seguían siendo el zigurat Etemenanki y el Palacio real del Sur. Ni siquiera variaron significativamente las viviendas. La única huella indudablemente griega en la urbe fue la construcción de un teatro en la zona interior oriental. Alejandro Magno intentó una restauración de la urbe que se vio truncada por su muerte y cuyo mayor efecto fue el derribo del zigurat para construir uno nuevo que nunca llegó a realizarse. A partir de entonces la decadencia de la urbe se aceleró hasta abandonarse.

Babilonia después del período helenístico

Después de la conquista de los partos de Babilonia en 141 a. C. se convirtió en la capital del Imperio parto y más tarde el Imperio sasánida. Su población se había reducido considerablemente a 20 000 a 30 000 personas en el período parto.[6]​ Hasta cerca del año 500 fue un centro religioso de los Amoraim, sabios judíos que comentaron la Torá Oral tomando como base la Mishná.

A mediados del siglo VII, Mesopotamia fue invadida y colonizada por el imperio musulmán en expansión, y siguió un período de islamización. Babilonia se disolvió como provincia y el cristianismo arameo y de la Iglesia del Este finalmente quedó marginado. Ibn Hawqal (siglo X) y el erudito árabe, al-Qazwini (siglo XIII), describen a Babilonia (Babil) como una pequeña aldea.[7]​ Este último describió un pozo conocido como el "calabozo de Daniel" que era visitado por cristianos y judíos durante las vacaciones. El santuario de la tumba de Amran ibn Ali fue visitado por musulmanes. Monedas excavadas de los períodos parto, sasánida y árabe demuestran que Babilonia estuvo poblada continuamente.[6]​ En el siglo XVII, Pietro della Valle viajó a un pueblo de Babilonia.[8]​ El Capitán Robert Mignan exploró el sitio brevemente en 1827 y en 1829 completó un mapa de Babilonia que incluye la ubicación de varias aldeas.[9]​ La aldea de Qwaresh creció en respuesta a la necesidad de trabajadores durante las excavaciones de Robert Koldewey (1899-1917) y las generaciones posteriores también trabajaron en excavaciones arqueológicas.[10]

Babilonia durante la presidencia de Sadam Huseín

El 14 de febrero de 1978, el gobierno baazista de Irak presidido por Sadam Huseín inició el "Proyecto de restauración arqueológica de Babilonia" para reconstruir las características de la antigua ciudad sobre sus ruinas. En la década de 1980, eliminó por completo el pueblo de Qwaresh, desplazando a sus residentes.[11]​ Más tarde construyó un palacio moderno en esa zona llamada Saddam Hill sobre algunas de las antiguas ruinas, en el estilo piramidal de un zigurat.

Guerra de Irak

En 2003, durante la guerra de Irak, el ejército estadounidenses estableció un campamento militar en las ruinas de Babilonia.[12]​ Su presencia ocasionó numerosos destrozos; vertidos, paso de vehículos pesados y helicópteros, destrucción de la avenida de las Procesiones por el paso de tanques, extracción de ladrillos de la Puerta de Ishtar reconstruida por Sadam Huseín, cementerio de vehículos, cava de zanjas en torno al Etemenanki, grafitis y contaminación de suelos, entre otros. Por otra parte, varios artefactos hallados en la ciudad y expuestos en los museos locales y el de Bagdad fueron sustraídos y vendidos en una página web de subastas.[13]​ Estas acciones, además de estropear los monumentos, también han podido alterar áreas no exploradas.[13][14]

Posguerra hasta la actualidad

El nuevo gobierno iraquí, con el asesoramiento y apoyo financiero de la organización privada de origen estadounidense, World Monuments Fund, desarrolló un plan integral de gestión del sitio y presentó su candidatura a Patrimonio de la Humanidad ante la UNESCO. Este programa contó con apoyo del Departamento de Estado de los Estados Unidos.[15]​ La Junta Estatal de Antigüedades y Patrimonio de Irak es la principal autoridad responsable de la conservación del sitio arqueológico, asistida por la Policía de Antigüedades y Patrimonio. Sus oficinas están ubicadas dentro del perímetro de las antiguas murallas internas de la ciudad y varios miembros del personal y sus familias residen en viviendas subvencionadas en esta zona.

Actualmente miles de personas viven dentro del perímetro de las antiguas murallas exteriores de la ciudad y las comunidades dentro y alrededor se están desarrollando rápidamente a pesar de leyes que restringen construcciones.[16][15][17][18]

En 2017, cuando volvió a abrirse al público, más de 35 000 personas visitaron el sitio arqueológico en Babilonia y[19]​ el 5 de julio de 2019, este fue inscrito finalmente en la Lista de la UNESCO del Patrimonio de la Humanidad.[20]

a b Grayson, Albert K. (1975), Assyrian and Babylonian Chronicles. Locust Valley, NY y Glückstadt, Alemania: J. J. Augustin. Dalley, Stephanie (2005) "Babylon as a Name for other Cities Including Nineveh", en Uchicago.edu Archivado el 30 de julio de 2012 en Wayback Machine., Proceedings of the 51st Rencontre Assyriologique Internationale, Oriental Institute SAOC 62, pp. 25-33. «Alexander's Dream of a United Nations» (en inglés). Archivado desde el original el 18 de mayo de 2010. Consultado el 4 de febrero de 2010.  a b c Walker, Joseph M. (2002). Antiguas civilizaciones de Mesopotamia. Cap. 2: Asiria y Babilonia. Móstoles: Edimat Libros S. A. ISBN 84-8403-310-4.  "E. Mercer, Charles (2009). Breve historia de Alejandro Magno. Madrid: Ediciones Nowtilus S. L. p. 21. ISBN 978-84-9763-851-7.  a b Radner, Karen (2020). A short history of Babylon. p. 158. ISBN 1-83860-169-4. OCLC 1112141420. Consultado el 27 de enero de 2022.  Seymour M. J. (2006)., Seymour, M. J. (2006). «The idea of Babylon: archaeology and representation in Mesopotamia (Doctoral thesis).». University College London. OCLC 500097655.  Reade,, Julian E. «"Disappearance and rediscovery" (2009); pp. 13–30.». in Finkel & Seymour, eds., Babylon.  Oxford University, Robert (1829). Travels in Chaldæa, including a journey from Bussorah to Bagdad, Hillah, and Babylon, performed on foot in 1827. With observations on the sited and remains of Babel, Seleucia, and Ctesiphon. London : H. Colburn and R. Bentley. Consultado el 27 de enero de 2022.  World Monuments Fund (2015). Site Management Plan - Babylon Cultural Landscape and Archaeological City. New York. p. 45. ISBN 978-0-9858943-8-2.  «Iraq’s ancient city of Babylon gets long-overdue international recognition». Middle East Institute (en inglés). Consultado el 27 de enero de 2022.  VVAA (2008). Babylon: Webster's quotations, facts and phrases. ICON Group International. ISBN 978-05-46669183.  a b Genttleman, Jeffrey (13 de abril de 2006); Unesco intends to put the magic back in Babylon. The New York Times en Internet. Última consulta: 4 de noviembre de 2010. Leeman, Sue (16 de enero de 2005); Damage seen to ancient Babylon. Archeologists criticize site's use as coalition base. The Boston Globe en Internet. Última consulta: 4 de noviembre de 2010. a b https://whc.unesco.org/document/168481 World Monuments Fund (2015). Babylon Site Management Plan. Consultado el 29 de junio de 2023.  «Iraq’s ancient city of Babylon gets long-overdue international recognition». Middle East Institute (en inglés). Consultado el 15 de abril de 2022.  CNN, By Arwa Damon. «Once a glorious site, Babylon bears scars of history». CNN. Consultado el 15 de abril de 2022.  «'It Was Like Magic': Iraqis Visit Babylon And Other Heritage Sites For 1st Time». NPR.org (en inglés). Consultado el 2 de julio de 2021.  https://es.unesco.org/news/cinco-nuevos-sitios-inscritos-lista-del-patrimonio-mundial-unesco
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