Contexto sobre Inglaterra

Inglaterra (en inglés, England /ˈɪŋɡlənd/; en córnico, Pow Sows) es una de las cuatro naciones constituyentes del Reino Unido. Su territorio está formado geográficamente por la parte sur y central de Gran Bretaña, isla que comparte junto a Escocia y Gales, y cerca de 100 islas más pequeñas como las islas Sorlingas y la isla de Wight. Su capital y ciudad más poblada es Londres. Limita al norte con Escocia, al oeste con Gales —sus dos fronteras terrestres—, al noroeste con el mar de Irlanda, al suroeste con el mar Celta, al este con el mar del Norte y al sur con el canal de la Mancha. Inglaterra asume el 84 % de la población y el 85 % del PIB del Reino Unido.

El territorio actual de Inglaterra ha estado habitado por varias culturas desde hace cerca de 35 000 años. Toma su nombre de los anglos, uno de los pueblos germánicos que se establecieron en el lugar durante los siglos V...Leer más

Inglaterra (en inglés, England /ˈɪŋɡlənd/; en córnico, Pow Sows) es una de las cuatro naciones constituyentes del Reino Unido. Su territorio está formado geográficamente por la parte sur y central de Gran Bretaña, isla que comparte junto a Escocia y Gales, y cerca de 100 islas más pequeñas como las islas Sorlingas y la isla de Wight. Su capital y ciudad más poblada es Londres. Limita al norte con Escocia, al oeste con Gales —sus dos fronteras terrestres—, al noroeste con el mar de Irlanda, al suroeste con el mar Celta, al este con el mar del Norte y al sur con el canal de la Mancha. Inglaterra asume el 84 % de la población y el 85 % del PIB del Reino Unido.

El territorio actual de Inglaterra ha estado habitado por varias culturas desde hace cerca de 35 000 años. Toma su nombre de los anglos, uno de los pueblos germánicos que se establecieron en el lugar durante los siglos V y VI. Se convirtió en un Estado unificado en el año 927 y desde la era de los descubrimientos, que comenzó en el siglo XV, ha tenido un gran impacto cultural y legal en todo el mundo. El idioma inglés, la Iglesia anglicana y el derecho de Inglaterra —tomado como base para el sistema jurídico de muchos otros países del mundo— se desarrollaron en Inglaterra, y el sistema parlamentario de gobierno ha sido mayormente adoptado por otras naciones.

El territorio de Inglaterra está formado, principalmente por colinas bajas y llanuras, sobre todo en el centro y el sur del país. Sin embargo, hay terrenos de montaña en el norte (por ejemplo, el parque nacional del Distrito de los Lagos y los Peninos) y en el oeste (por ejemplo, Dartmoor y las colinas de Shropshire). La capital es Londres, que tiene la mayor área metropolitana del Reino Unido. La población de Inglaterra, de 56,3 millones de habitantes, comprende el 84% de la población del Reino Unido,[6]​ concentrada en gran medida en torno a Londres, el sureste y las conurbaciones de las Midlands, la región del Noroeste, el noreste y Yorkshire, que se desarrollaron como grandes regiones industriales durante el siglo XIX.[7]

El Reino de Inglaterra —que desde 1284 también incluía a Gales— fue un estado independiente hasta 1707, fecha en la que la reina Ana de Gran Bretaña firmó el Acta de Unión con Escocia, para crear el Reino de Gran Bretaña. En 1801 el Reino de Irlanda se unió al Reino de Gran Bretaña creando así el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda hasta 1922. Con la independencia y partición de Irlanda desde entonces es el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte.[8]

Mas sobre Inglaterra

Información básica
  • Nombre nativo England
  • código de llamada +44
Population, Area & Driving side
  • Población 46571900
  • Área 130278
Historial
  • Prehistoria y antigüedad
     
    Stonehenge, un monumento megalítico tipo crómlech.

    Las primeras pruebas conocidas de la presencia humana en la zona que hoy se conoce como Inglaterra fueron las del Homo antecessor, que datan de hace aproximadamente 780.000 años.[1]

    ...Leer más
    Prehistoria y antigüedad
     
    Stonehenge, un monumento megalítico tipo crómlech.

    Las primeras pruebas conocidas de la presencia humana en la zona que hoy se conoce como Inglaterra fueron las del Homo antecessor, que datan de hace aproximadamente 780.000 años.[1]

    El fósil humano más antiguo descubierto en el territorio tiene más de 500 000 años.[2]​ El descubrimiento se realizó en los actuales Norfolk y Suffolk. El hombre moderno llegó al territorio hace 35 000 años, pero debido a las difíciles condiciones del último periodo glacial, huyeron de Gran Bretaña hacia las montañas del sur de Europa. Solamente permanecieron grandes mamíferos como los mamuts y rinocerontes. Aproximadamente hace once mil años, cuando el hielo comenzó a derretirse, los seres humanos volvieron a ocupar la región. Estudios genéticos demostraron que procedían del norte de la península ibérica. El nivel del mar era más bajo que el actual, y Gran Bretaña estaba conectada por tierra a Irlanda y Eurasia,[3]​ cuando el mar subió se separó de Irlanda hace 9000 años y de Eurasia poco después.

    La cultura del vaso campaniforme llegó en torno al año 2500 a. C. Con ella comenzó la construcción de vasijas hechas de barro y cobre.[4]​ Fue en esa época en la que se construyeron los grandes monumentos del Neolítico, como los de Stonehenge y Avebury. Durante la Edad de Hierro los celtas llegaron desde la Europa central. El desarrollo de la fundición de hierro permitió la construcción de mejores arados, el avance de la agricultura y la producción de armas más eficaces.[5]

    Los romanos conquistaron Bretaña en el año 43, y bajo el reinado de Claudio el área fue incorporada a la provincia de Britania.[6]​ En el año 410, con la decadencia del Imperio romano, los romanos dejaron la isla para defender sus límites en la Europa Continental.

    Edad Media
     
    El rey Enrique V en la batalla de Azincourt, peleó en el día de San Crispín y concluyó con una victoria inglesa contra un ejército francés más grande en la Guerra de los Cien Años.

    Después de la retirada de los romanos, Gran Bretaña se vio expuesta a la invasión de marinos guerreros como los sajones y los jutos, que ganaron control en áreas del sureste. Su avance pudo contenerse durante un tiempo tras la victoria de los britanos en la batalla del Monte Badon. Los reinos británicos posromanos en el norte, posteriormente conocidos colectivamente por los bardos británicos como el Hen Ogledd, fueron, a su vez, gradualmente conquistados por los anglos durante el siglo VI. Dada la escasez de relatos contemporáneos fidedignos de este periodo, así como de evidencias arqueológicas, este período se describe como una Edad Oscura. Existen varias teorías en conflicto respecto a la extensión y el proceso de la invasión anglosajona de Gran Bretaña; Cerdic, fundador de la dinastía de Wessex, pudo haber sido un britón. No obstante, para el siglo VII pequeños reinos anglosajones conocidos como la Heptarquía habían emergido en la parte central y sur de Gran Bretaña: Northumbria, Mercia, Estanglia, Essex, Kent, Sussex y Wessex.

    La religión cristiana, que se había perdido después de la fundación de la Heptarquía, fue reintroducida en el sur por Agustín, desde Roma, y en el norte por Aidan, desde Irlanda.

    En el año 927, el rey Athelstan de Wessex unificó la Heptarquía y se proclamó "rey de toda Britania" (Rex Totius Britanniae), convirtiéndose en el primer anglosajón en gobernar sobre una Inglaterra unificada.[7]

    A posteriori, a comienzos del siglo XI, la Inglaterra anglosajona cayó bajo el domilio de los pueblos escandinavos, tras la fructifera invasión danesa en 1016. No obstante ello, el rey normando Canuto (1016-1035) respetó las instituciones ya existentes y las leyes inglesas, así como también brindó apoyo a la iglesia católica. Sin embargo, su raigambre dinástica no pudo sostenerse en el poder y en 1042 la línea anglosajona de reyes fue reinstaurada, con Eduardo el Confesor (1042-1066) a la cabeza. Sin perjuicio de lo cual, tras su muerte, el reinado lo asumió Haroldo Godwinson, quien pertenecía a una de las grandes familias nobles inglesas. Sin embargo, el primo de Godwinson, Guillermo el Conquistador, en 1066, conquistó Inglaterra por un ejército liderado desde el Ducado de Normandía, un feudo del Reino de Francia. Los normandos provenían de Escandinavia y se habían asentado en Normandía solo unos siglos antes. Este pueblo introdujo el feudalismo y se mantuvo el poder a través de barones.

    Luego de la conquista, Guillermo (1066-1087) consideró toda Inglaterra su posesión real, y para lo cual ordenó compilar las tierras en arrendamiento, tomando posesión de un estimado de alrededor de un quinto de la tierra de Inglaterra en calidad de dominios reales. Así los normandos, a diferencia de las dinastías anglosajonas establecieron una jerarquía de nobles que poseían tierras en calidad de feudos del rey.

    No obstante y pese la modificación del dominio de la tierra, el nuevo soberano conservó el sistema administrativo anglosajón, estableciendo condados divididos en cientos de villas o grupos de estas, siendo dentro de cada una el alguacil el funcionario real más importante, encargado de levas, recaudación de impuestos y de presidir la corte del condado. Pese a mantener el cargo, Guillermo reemplazo al personal anglosajón por personal normando. Y a su vez, desarrolló el sistema de impuestos y los tribunales reales instaurados por los reyes anglosajones y daneses de los siglos X y XI.[8]

    Guerra Civil y Nueva Monarquía

    En la década de 1450, en las postrimerías de la Edad Media, estalló en Inglaterra una guerra entre las casas ducales Lancaster, cuyo símbolo era una rosa roja, y la casa de York, cuyo símbolo era una rosa blanca, por lo cual a este conflicto se lo conoce como Guerra de las Rosas, e involucró a muchas familias aristocráticas de Inglaterra. Al final de esta contienda, en el año 1485, Enrique Tudor, duque de Richmond, derrotó al último rey de York, Ricardo III (1483-1485), en la batalla de Bosworth Field, estableciendo así el nacimiento de la dinastía Tudor, con Enrique VII (1485-1509) como primer gobernante de dicha casa dinástica.[9]

    Edad Moderna y Contemporánea
     
    El rey Enrique VIII se convirtió en jefe supremo de la Iglesia de Inglaterra.

    Bajo el recientemente formado Reino de Gran Bretaña, el impulso de la Royal Society y otras iniciativas inglesas combinadas con la Ilustración escocesa llevaron a la creación de importantes innovaciones en ciencia e ingeniería. Esto pavimentó el camino para el establecimiento del Imperio británico, que en su cúspide territorial llegó a abarcar cerca de una cuarta parte de la superficie terrestre. Domésticamente, la Revolución Industrial, un periodo de profundos cambios en las condiciones culturales y socioeconómicas del país, significó la industrialización de la agricultura, manufactura, ingeniería y minería, así como también el desarrollo de nuevas obras en transporte e infraestructura hidráulica para facilitar su expansión y desarrollo, destacando en este ámbito la construcción del canal de Bridgewater, terminado en 1761, y la apertura del ferrocarril Stockton-Darlington en 1825.

     
    Fábricas de algodón en Mánchester, «la primera ciudad industrial» del mundo, alrededor de 1820.

    Durante la Revolución Industrial muchas personas se trasladaron desde zonas rurales hacia nuevas áreas industriales en expansión, como Mánchester o Birmingham. Inglaterra mantuvo una relativa estabilidad durante toda la Revolución francesa, siendo William Pitt el Joven el primer ministro británico durante el reinado de Jorge III.

    Desde el siglo XX ha existido un importante movimiento de inmigración hacia Inglaterra, en su mayoría de habitantes provenientes de otras partes de las islas británicas, pero también de países de la Mancomunidad de Naciones, particularmente de países del subcontinente indio.

    «500,000 BC – Boxgrove». Current Archaeology. Current Publishing. 24 de mayo de 2007. Consultado el 20 de diciembre de 2010.  «500,000 BC – Boxgrove». Current Archaeology. Current Publishing. Consultado el 20 de diciembre de 2010.  «Tertiary Rivers: Tectonic and structural background». University of Cambridge. Consultado el 9 de septiembre de 2009.  «Function and significance of Bell Beaker pottery according to data from residue analyses». Consultado el 21 de diciembre de 2010.  Reid, Struan (1994). Inventions and Trade. P.8. ISBN 9780921921301. Consultado el 23 de diciembre de 2010.  Burke, Jason (2 de diciembre de 2000). «Dig uncovers Boudicca's brutal streak». The Observer (London). Archivado desde el original el 22 de octubre de 2003. Consultado el 5 de septiembre de 2009.  Rory Naismith, Martin Allen, Elina Screen (2014). Early Medieval Monetary History: Studies in Memory of Mark Blackburn. Ashgate Publishing. p. 35.  Spielvogel, Jackson J. (2003). Western civilization : comprehensive volume (5th ed edición). Thomson/Wadsworth. ISBN 0-534-60006-9. OCLC 51154796. Consultado el 13 de octubre de 2021.  Spielvogel, Jackson (2007). Civilizaciones de occidente (5. ed edición). International Thomson editores. ISBN 970-686-331-1. OCLC 449186938. Consultado el 31 de octubre de 2021. 
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