Contexto sobre Brasil

Brasil o El Brasil,[nota 1]​ cuyo nombre oficial es República Federativa del Brasil[10][11][12][13]​ (en portugués: República Federativa do Brasil, pron. AFI [ʁe'publikɐ fedeɾaˈt͡ʃivɐ 'dʊ braˈziw] ( escuchar)), es un país soberano de América del Sur que comprende la mitad oriental del continente y algunos grupos de pequeñas islas en el océano Atlántico. Su capital es Brasilia y su ciudad más poblada es São Paulo. Es el tercer país más grande de América. Con una superficie e...Leer más

Brasil o El Brasil,[nota 1]​ cuyo nombre oficial es República Federativa del Brasil[10][11][12][13]​ (en portugués: República Federativa do Brasil, pron. AFI [ʁe'publikɐ fedeɾaˈt͡ʃivɐ 'dʊ braˈziw] ( escuchar)), es un país soberano de América del Sur que comprende la mitad oriental del continente y algunos grupos de pequeñas islas en el océano Atlántico. Su capital es Brasilia y su ciudad más poblada es São Paulo. Es el tercer país más grande de América. Con una superficie estimada en más de 8,5 millones de km²,[3]​ es el quinto país más grande del mundo en área total (equivalente a 50 % del territorio sudamericano).[14]​ Delimitado por el océano Atlántico al este, Brasil tiene una línea costera de 7491 km.[3]​ Al norte limita con el departamento ultramarino francés de la Guayana Francesa, Surinam, Guyana y Venezuela; al noroeste con Colombia; al oeste con Perú y Bolivia; al suroeste con Paraguay y Argentina, y al sur con Uruguay. De este modo tiene frontera con todos los países de América del Sur, excepto Ecuador y Chile.[15]​ La mayor parte del país está comprendido entre los trópicos terrestres, por lo que las estaciones climáticas no se sienten de una manera radical en gran parte de su territorio. La selva amazónica cubre 3,6 millones de km² del territorio. Gracias a su vegetación y al clima, es uno de los países con más especies de animales en el mundo.[16]

La región del actual Brasil, hasta entonces habitada por pueblos indígenas, tuvo su primer contacto con los europeos en el año 1500 d. C. a través de una expedición portuguesa liderada por Pedro Álvares Cabral. Tras el Tratado de Tordesillas, el territorio brasileño fue el segmento del continente americano que correspondió al reino de Portugal, del cual obtuvo su independencia el 7 de septiembre de 1822. Así, el país pasó de ser parte central del reino de Portugal a un imperio para finalmente convertirse en una república. Su primera capital fue Salvador de Bahía, que fue sustituida por Río de Janeiro hasta que se construyó una nueva capital, Brasilia. Su constitución actual, formulada en 1988, define a Brasil como una república federativa presidencialista.[13]​ La federación está formada por la unión del Distrito Federal, los 26 estados y los 5570 municipios.[13][17][nota 2]

A pesar de que sus más de 215 millones de habitantes[19]​ hacen de Brasil el séptimo país más poblado del mundo, presenta un bajo índice de densidad poblacional. Esto se debe a que la mayor parte de la población se concentra a lo largo del litoral, mientras que el interior del territorio aún está marcado por enormes vacíos demográficos. El idioma oficial y el más hablado es el portugués, que lo convierte en el mayor país lusófono del mundo.[15]​ Por su parte, la religión con más seguidores es el catolicismo, siendo el país con mayor número de católicos nominales del mundo. La sociedad brasileña es considerada una sociedad multiétnica al estar formada por descendientes de europeos, indígenas, africanos y asiáticos.

La economía brasileña es la mayor de América del Sur, América Latina y del hemisferio sur, la undécima mayor del mundo por PIB nominal y la octava mayor por paridad del poder adquisitivo (PPC).[20][21]​ Es considerado una economía de renta media-alta por el Banco Mundial y un país recientemente industrializado, que tiene la mayor proporción de riqueza global de América Latina debido al abundante petróleo y diversos minerales encontrados fácilmente en el país.[22][23][24]​ Sin embargo, su abundante riqueza está muy concentrada, convirtiendo al país en uno de los más desiguales del mundo,[25]​ el 10 % más rico de su población recibió el 54 % de la renta nacional en 2018.[26]​ Como potencia regional y media, la nación tiene reconocimiento e influencia internacional, siendo que también es clasificada como una potencia global emergente y como una potencial superpotencia por varios analistas.[27][28]

El país es miembro fundador de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), G20, Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP), Unión Latina, Organización de los Estados Americanos (OEA), Organización de los Estados iberoamericanos (OEI), Mercado Común del Sur (Mercosur) y de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), además de ser uno de los países BRICS.

Mas sobre Brasil

Información básica
  • Divisa Real brasileño
  • Nombre nativo Brasil
  • código de llamada +55
  • dominio de Internet .br
  • Mains voltage 220V/60Hz
  • Democracy index 6.92
Population, Area & Driving side
  • Población 203062512
  • Área 8515767
  • Lado de conducción right
Historial
  • Período precolonial, colonización portuguesa y expansión territorial
     
    Llegada de Pedro Álvares Cabral a Porto Seguro en 1500.
    Período precolonial, colonización portuguesa y expansión territorial
     
    Llegada de Pedro Álvares Cabral a Porto Seguro en 1500.

    Vicente Yáñez Pinzón fue el primer navegante europeo que llegó al Brasil. Descubrió las costas del extremo septentrional de Brasil en enero de 1500, tres meses antes de la llegada de la flota comandada por Pedro Álvares Cabral.[22] La expedición de Yáñez llega a Cabo de Consolación y siguiendo la costa noreste alcanza el río Amazonas que nombra Santa María de la Mar Dulce.

    Poco antes de que arribaran los europeos, se estima que la costa oriental de América del Sur que yace en el actual territorio de Brasil estaba habitada[1]​ por cerca de dos millones de indígenas.[2]​ La población amerindia se encontraba dividida en grandes naciones indígenas, a su vez compuestas por varios grupos étnicos, entre los que se destacaban los tupí-guaraníes, los macro-jê y los aruacos (Algunas tribus tienen una mezcla de Oceanía debido a antiguas migraciones del océano Pacífico).[3]​ Los primeros se subdividían en guaraníes, tupiniquines y tupinambás, entre otros. Los tupís se extendían entre los actuales territorios de los estados de Río Grande del Sur y Río Grande del Norte.[4]​ Los portugueses encontraron a los nativos aún en la Edad de Piedra y divididos en varias tribus, la mayoría de las cuales pertenecían a la familia lingüística tupí-guaraní, y que constantemente luchaban entre sí.[5]​ Según Luís da Câmara Cascudo, los tupís fueron «la primera raza indígena que tuvo contacto con los colonizadores y (...) derivó en una mayor presencia suya, como la influencia en el mameluco, en el mestizo y en el luso-brasileño que nacía y en el europeo que se quedaba.»[6]

     
    Imperios español y portugués en 1790.

    La colonización se inició oficialmente en el año 1534, cuando Juan III dividió el territorio en doce capitanías hereditarias,[7][8]​ pero debido a varios problemas con este sistema, en 1549 el rey Juan III nombró a un gobernador general para administrar toda la colonia.[8][9]​ Los portugueses asimilaron algunas de las tribus nativas,[10]​ mientras que otras fueron esclavizadas o exterminadas por las guerras prolongadas o por las epidemias causadas por las enfermedades traídas por los europeos, a las cuales los indígenas no tenían inmunidad.[11][12]​ A mediados del siglo XVI, el azúcar se convirtió en el producto de exportación más importante de Brasil,[5][13]​ y el comercio de esclavos africanos por parte de los portugueses comenzó a incrementarse[14][15]​ en respuesta a la creciente demanda internacional.[11][16]

    Mediante varias guerras contra los franceses, los portugueses expandieron lentamente su territorio hacia el sudeste, apoderándose de Río de Janeiro en 1567, y hacia el noroeste, tomando São Luís en 1615.[17]​ De esta forma, enviaron en 1669 varias expediciones militares hacia Amazonia y conquistaron las fortalezas inglesas y neerlandesas, fundando aldeas y nuevas fortalezas.[18]​ En 1680 extendieron el territorio controlado en el extremo sur del país al fundar la Colonia del Sacramento en la orilla izquierda del Río de la Plata, en el actual Uruguay.[19]​ No obstante, la expansión territorial brasileña hacia el sur provocó múltiples conflictos, entre ellos la guerra con las misiones jesuíticas, que poseían una organización semiautónoma y la posterior Guerra Guaranítica.[20]

     
    La primera misa en Brasil, por Victor Meirelles.

    A finales del siglo XVII, las exportaciones de azúcar comenzaron a disminuir,[21]​ pero alrededor de 1693, el descubrimiento de yacimientos de oro en la región que más tarde sería llamada de Minas Gerais, así como la explotación de otras minas en Mato Grosso y Goiás en las décadas siguientes, salvaron a la colonia de un colapso económico inminente.[22]​ Miles de inmigrantes provenientes de la costa de Brasil y de Portugal se desplazaron hacia las minas.[23]​ Los españoles intentaron impedir la expansión de los portugueses dentro del territorio que les pertenecía de acuerdo con lo establecido en el tratado de Tordesillas de 1494, y consiguieron reconquistar la Banda Oriental en 1777. Sin embargo, el tratado de San Ildefonso firmado ese mismo año confirmó la soberanía portuguesa sobre casi todas las tierras ocupadas durante su expansión territorial, menos la Banda Oriental,[24]​ configurando la mayor parte de las fronteras actuales brasileñas.[25]

    En 1808, la familia real portuguesa —y la nobleza portuguesa— huyeron de las tropas del emperador francés, Napoleón Bonaparte, que estaba invadiendo Portugal y la mayor parte de la Europa Central, y se estableció en la ciudad de Río de Janeiro, que de esta manera se convirtió en la capital de facto del Imperio portugués.[26]​ En 1815, Juan VI, entonces el príncipe regente de Portugal en nombre de su madre María I, elevó al Estado de Brasil, una colonia portuguesa, a un Reino soberano en unión con Portugal.[26]​ En 1809, los portugueses invadieron la Guayana Francesa, que finalmente fue devuelta a Francia en 1817,[27]​ y en 1816, la Banda Oriental, que fue posteriormente rebautizada como Provincia Cisplatina.[28]​ En el año 1825, las Provincias Unidas del Río de la Plata iniciaron una guerra para recuperarla, la cual concluyó en 1828 mediante un acuerdo en el cual se disponía la independencia de la provincia.[29]

    Independencia e imperio
     
    Declaración de la Independencia de Brasil por el emperador Pedro I el 7 de septiembre de 1822.
     
    Pedro II, emperador de Brasil.

    Juan VI regresó a Europa el 26 de abril de 1821, dejando a su primogénito, Pedro de Alcántara, como príncipe regente.[30]​ El gobierno portugués intentó transformar a Brasil en una colonia una vez más, privándolo de los derechos que poseía desde 1808.[31]​ Los brasileños se resistieron a ceder y Pedro se adhirió a su causa, declarando la independencia del país el 7 de septiembre de 1822.[32]​ El 12 de octubre, Pedro fue declarado el primer emperador del Brasil y coronado como Pedro I el 1 de diciembre.[33]

    Aunque los primeros intentos por independizar al país del dominio portugués adoptaron los ideales republicanos —como fue el caso de la Conspiración Minera, dirigida por Tiradentes—,[34]​ en el siglo XIX casi todos los brasileños estaban a favor de la monarquía, y el republicanismo tenía poco apoyo.[35][36]​ La Guerra de Independencia de Brasil se propagó por casi todo el territorio, mientras que las principales batallas se libraron en las regiones norte, noreste y sur.[37]​ Los últimos soldados portugueses se rindieron el 8 de marzo de 1824,[38]​ y la independencia fue reconocida por Portugal el 29 de agosto de 1825, en el tratado de Río de Janeiro.[39]

    Tras haber sido aprobada por los consejos municipales de todo el país, el 25 de marzo de 1824 se promulgó la primera constitución.[40][41][42][43]​ El 7 de abril de 1831, Pedro I abdicó cuando regresó a Europa para recuperar el trono de su familia, dejando a su hijo de cinco años como sucesor, Pedro II.[44]​ Como el nuevo emperador no podía ejercer sus funciones, se creó una regencia.[45]

    Las disputas entre distintas facciones políticas llevaron a rebeliones y a una regencia inestable y casi anárquica.[46]​ Sin embargo, los grupos rebeldes no estaban en contra de la monarquía,[47][48]​ aunque algunos declararon la secesión de sus provincias como repúblicas independientes, pero solo mientras Pedro II fuese incapaz de gobernar.[49]​ El caso más notorio fue el de Río Grande del Sur y Santa Catarina, los cuales, por medio de la Guerra de los Farrapos, se proclamaron independientes del Imperio brasileño.[50]​ Debido a esto, Pedro II fue declarado emperador prematuramente y «Brasil disfrutó de casi medio siglo de paz interna y un rápido progreso económico».[51]

     
    Fuerzas brasileñas (de uniforme azul oscuro) luchando contra el Ejército Paraguayo durante la batalla de Avay, de la Guerra de la Triple Alianza.
     
    Ley que abolió la esclavitud en Brasil (Ley Áurea, Lei Áurea en portugués), 1888. Archivo Nacional de Brasil.

    Durante los 59 años del reinado de Pedro II, Brasil resultó victorioso en tres guerras internacionales —la Guerra Grande, la Guerra contra Aguirre y la Guerra de la Triple Alianza—,[52]​ además de que atestiguó la consolidación de la democracia representativa, principalmente debido a la realización de elecciones sucesivas y a la libertad de imprenta.[53]

    La esclavitud se extinguió en un proceso más lento, pero constante, que comenzó en 1850 con el fin del tráfico internacional de esclavos,[54]​ y terminó con la total abolición de la esclavitud en 1888.[55]​ Sin embargo, desde la independencia la población esclava se encontraba experimentando un declive: en 1823, el 29 % de la población estaba compuesta por esclavos, pero para 1887 este porcentaje se había reducido hasta el 5 %.[56]

    Cuando el Imperio fue derrocado, el 15 de noviembre de 1889,[57]​ hubo poco interés por parte del pueblo brasileño para cambiar la forma de gobierno de una monarquía a una república,[58]​ ya que Pedro II estaba en el auge de su popularidad entre sus súbditos.[59][60]​ El golpe militar republicano fue apoyado por los antiguos propietarios de esclavos que se negaban a aceptar la abolición de la esclavitud pactada en 1888 por el gobierno monárquico.[61][62][63]

    La Primera República y la era Vargas
     
    Proclamación de la República de Brasil en 1889.

    Como en un principio el gobierno republicano era poco más que una dictadura militar, la nueva Constitución promulgada en 1891 convocó elecciones directas para el año 1894.[64]​ Este documento también abolió las restricciones del derecho al voto que existían en el período monárquico, cuando solo se les otorgaba a aquellos que tuviesen un nivel de ganancias determinado, aunque mantuvo el carácter abierto —y no secreto— del voto y, entre otras medidas, solo se permitía la participación de los hombres alfabetizados, en una época en la que la mayoría de la población brasileña era analfabeta.[65]

    Durante el primer periodo de gobierno republicano, Brasil mantuvo una política exterior pacífica y neutral, que solo fue interrumpida por la Guerra del Acre,[66]​ y la Primera Guerra Mundial.[67][68][69]​ Internamente, luego de la crisis del ensillamiento,[nota 1][70][71][72]​ y de la Revuelta de la Armada en 1891,[73]​ se inició un ciclo prolongado de inestabilidad financiera, política y social que se extendería hasta la década de 1920, manteniendo al país asolado por diversas rebeliones que poco a poco minaron el régimen. Entre estas se destacan la Revolución Paulista, la Revolución del Fuerte de Copacabana, la Comuna de Manaos y la Columna Prestes.[74][75][76][77][78][79]​ Finalmente, en 1930 Getúlio Vargas, que había sido candidato presidencial en las elecciones de ese año, lideró un golpe de Estado y asumió la presidencia de la república con el apoyo de los militares.[80]

     
    El golpe de 1930 llevó a Getúlio Vargas (al centro con uniforme militar, sin sombrero) al poder, donde permanecería por quince años.

    Vargas y los militares, quienes dijeron asumir la presidencia temporalmente a fin de implementar reformas democráticas, disolvieron al Congreso y continuaron su mandato bajo un estado de emergencia, sustituyendo a los gobernadores de los estados por sus aliados.[81][82]​ En 1932, con el pretexto de implementar las promesas de reformas democráticas, la oligarquía paulista intentó recuperar el poder mediante una revuelta,[83]​ y en 1935 los comunistas se rebelaron,[84]​ pero ambos movimientos fueron derrotados. No obstante, la amenaza comunista sirvió de pretexto para impedir las elecciones previamente estipuladas, y también para que Vargas y los militares efectuaran otro golpe de Estado en 1937, estableciendo una dictadura.[85]​ En mayo de 1938 hubo otro intento fallido por tomar el poder, esta vez por parte de los fascistas brasileños.[86]

    Brasil se mantuvo neutral durante los primeros años de la Segunda Guerra Mundial, pero diversos acontecimientos y presiones internacionales, donde incluso se analizó una posible invasión del país,[87]​ llevaron al país a alinearse en favor de Estados Unidos durante la Conferencia de Río de 1942, rompiendo relaciones diplomáticas con las potencias del Eje.[88][89]​ En represalia, las armadas de la Alemania nazi y la Italia fascista extendieron su campaña de guerra submarina a Brasil, y después de meses de continuo hundimiento de navíos mercantes brasileños y la intensa presión pública, el gobierno les declaró la guerra en agosto de aquel año,[90][91]​ aunque recién en 1944 se envió una fuerza expedicionaria para combatir en Europa.[92][93]​ Con la victoria aliada al año siguiente y el fin de los dos regímenes totalitarios europeos, la posición de Vargas se tornó insustentable y fue rápidamente depuesto por otro golpe militar.[94]​ En 1946, la democracia fue restablecida y el general Eurico Gaspar Dutra fue elegido presidente.[95]​ Vargas regresó al poder a finales de 1950 al ser democráticamente elegido, pero se suicidó en agosto de 1954, en medio de una crisis política.[96][97]

    Dictadura militar y era contemporánea
     
    La construcción de Brasilia en 1959.
     
    Documento que retiró derechos políticos durante la dictadura militar brasileña, 1968. Archivo Nacional de Brasil.

    Varios gobiernos provisionales de breve duración sucedieron al difunto presidente Vargas.[98]​ Juscelino Kubitschek se convirtió en el nuevo presidente en 1956 y asumió una postura conciliadora con la oposición política que le permitió gobernar sin crisis importantes.[99]​ La economía y el sector industrial crecieron considerablemente,[100]​ pero su mayor conquista fue la construcción de la nueva capital, Brasilia, inaugurada en 1960.[101]​ Su sucesor, Jânio Quadros, renunció en 1961, menos de un año después de asumir el cargo.[102]​ Su vicepresidente, João Goulart, tomó la presidencia, pero suscitó una fuerte oposición política,[103]​ y fue depuesto por el Golpe de 1964 que resultó en un régimen militar.[104]

    Se pretendía que el nuevo régimen sea transitorio,[105]​ pero se convirtió en una dictadura plena con la promulgación de la Ley Institucional Número Cinco de 1968.[106]​ La represión de los opositores a la dictadura, incluyendo la guerrilla urbana,[107]​ fue dura, pero no tan brutal como en otros países de América Latina.[108]​ El régimen militar fomentó la colonización de los territorios de los pueblos indígenas, dilapidó recursos naturales, armó campos de concentración de pueblos indígenas y asesinó al menos 8000 personas indígenas.[109]​ Debido al extraordinario crecimiento económico, conocido como «el milagro brasileño», el régimen alcanzó su nivel más alto de popularidad en los años de mayor represión.[110]

    El general Ernesto Geisel asumió la presidencia del país en 1974 y comenzó su proyecto de redemocratización a través de un proceso, que según él sería «lento, gradual y seguro».[111][112]​ Geisel acabó con la indisciplina militar que había asolado al país desde 1889,[113]​ así como con la tortura de presos políticos, la censura a los medios y,[114]​ en 1978, luego de anular la Ley Institucional Número Cinco, con la propia dictadura.[106]​ Sin embargo, el régimen militar continuó con su sucesor, el general João Figueiredo, para completar la plena transición hacia la democracia.[115]​ La Comisión de la Verdad establecida en 2011 por el gobierno de Brasil contabilizó 434 víctimas mortales y desaparecidos por la dictadura;[116]​ también recogía testimonios de los torturados —entre los que se encontraba la futura presidenta Rousseff— al tiempo que confirmó la cooperación de algunas multinacionales con intereses en Brasil en la represión política y sindical.[116]

    Luego del movimiento popular Diretas Já, los civiles regresaron al poder en 1985, inaugurando la llamada Nueva República, con la elección del opositor Tancredo Neves, quien, sin embargo, no asumió debido a su muerte por una grave enfermedad. Su vicepresidente, José Sarney, asumió la presidencia, tornándose impopular a lo largo de su mandato debido al recrudecimiento de la crisis económica y la hiperinflación heredada del régimen militar, incluso con una breve euforia inicial por su Plan Cruzado. Sarney continuó el programa de gobierno de Tancredo Neves al establecer, en 1987, una Asamblea Nacional Constituyente, que promulgó la actual Constitución Federal de Brasil. Sin embargo, el fracaso del Gobierno de Sarney en el terreno económico y el consiguiente desgaste político permitieron la elección, en 1989, del casi desconocido Fernando Collor, que luego sufrió un juicio político por parte del Congreso Nacional de Brasil en 1992, en 1992, con su vicepresidente, Itamar Franco, asumiendo el cargo como consecuencia.

     
    Ulysses Guimarães con la Constitución de 1988 en las manos.

    Del nuevo gabinete designado por Itamar Franco, con miembros de prácticamente todos los partidos que aprobaron la destitución de Collor. Fernando Henrique Cardoso (FHC) se destacó como Ministro de Hacienda y coordinador del exitoso Plan Real, que trajo estabilidad a la economía brasileña, luego de décadas de numerosos planes económicos de gobiernos anteriores que habían fracasado en el intento de controlar hiperinflación. Como resultado, FHC fue elegido presidente en las elecciones de 1994 y nuevamente en 1998. La transición pacífica del poder a su principal oponente, Luiz Inácio Lula da Silva, elegido en 2002 y reelegido en 2006, perteneciente al Partido de los Trabajadores (PT), demostró que Brasil finalmente había logrado alcanzar la estabilidad política que tanto anhelaba.

    En las elecciones de 2010, Dilma Rousseff se convirtió en la primera mujer elegida presidenta. En junio de 2013 estallaron manifestaciones populares en el país por diversas demandas sociales. Luego de las polarizadas elecciones de 2014, Rousseff fue reelegida, sin embargo, en 2015 su rechazo alcanzó casi el 70% en medio de protestas populares, al mismo tiempo que varios políticos eran investigados por la Policía Federal. En abril de 2016, la Cámara inició juicio político contra la presidenta, que fue ratificado por el Senado en mayo. Rousseff fue depuesta el 31 de agosto y su vicepresidente, Michel Temer, asumió el cargo. En 2018, el expresidente Lula fue condenado y encarcelado por corrupción y lavado de dinero en el marco de la Operación Lava Jato. En las elecciones de ese año resultó electo presidente el candidato Jair Bolsonaro, del Partido Social Liberal (PSL), quien ganó en segunda vuelta a Fernando Haddad, del Partido de los Trabajadores (PT), con el apoyo del 55,13% de los votos válidos. En la segunda vuelta de las elecciones de 2022, el expresidente Lula fue elegido por tercera vez con el apoyo del 50,9 % del electorado, en la elección más reñida de la historia además de ser la única persona elegida tres veces como presidente de Brasil, mientras que Bolsonaro se convirtió en el primer presidente brasileño no pudiendo ser reelegido después de la redemocratización cuando está figura se implementó.

     
    Bolsonaro, primer presidente de carrera militar de Brasil desde 1985.

    El 8 de enero de 2023, partidarios de Bolsonaro intentaron un golpe de Estado que fue condenado por la Comunidad Internacional.[117][118]

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