Apartheid

El apartheid (lit. 'separación' en afrikáans)[1]​ fue el sistema de segregación racial en Sudáfrica y Namibia[nota 1]​ en vigor hasta 1992. Este sistema de segregación racial consistía en la creación de lugares separados, tanto habitacionales como académicos o recreativos, para los diferentes grupos raciales, en el poder exclusivo de las personas de piel blanca para ejercer el voto y en la prohibición de matrimonios o incluso relaciones sexuales entre blancos y negros.

Su propósito era conservar el poder para la minoría blanca (21 % de la población), que en otras condiciones habría perdido su posición de privilegio. Antes de la victoria del Partido Nacional en 1948 las personas negras podían votar, pero con muchas restricciones.

En teoría, el sistema consistía básicamente en la división de los diferentes grupos raciales para promover el «desarrollo». Todo este movimiento estaba dirigido por la raza blanca, que instauró todo tipo de leyes que cubrían, en general, aspectos sociales. Se hacía una clasificación racial de acuerdo a la apariencia, la aceptación social o la ascendencia. Este nuevo sistema produjo revoluciones y resistencias por parte de los ciudadanos no blancos del país.

A finales de los años 1980, en el marco de la guerra de la frontera de Sudáfrica (Namibia y Angola), la Unión Soviética retiró su apoyo económico y bélico a Angola y Cuba, haciendo inviable para ambos países proseguir la lucha; y del mismo modo, los Estados Unidos cesaron su apoyo financiero a Sudáfrica, lo cual trajo graves consecuencias al gobierno de Pretoria, entre ellas el principio del fin del régimen del apartheid en el sur de África, que estuvo en vigor hasta los años 1990, siendo en 1992 la última vez en que solo votaron plenamente las personas blancas.

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